El director general de Gestión del Servei de Salut, Manuel Palomino, ha reiterado que trabajan con una previsión de una población flotante en Balears cercana a las doscientas mil personas entre trabajadores fijos discontinuos procedentes de otras comunidades autónomas, transeúntes nacionales sin empadronar así como residentes extranjeros que habrían fijado su residencia en las Islas sin darse de alta en el padrón municipal de sus localidades.
Tras señalar que aún siguen en negociaciones con Madrid para decidir quién se hace cargo de la inmunización de estas personas, Palomino se ha mostrado confiado en la capacidad vacunatoria de esta comunidad autónoma a la que ha declarado asimismo con capacidad para hacerlo siempre y cuando llegaran las vacunas suficientes para hacerlo así como la información necesaria para acometer el proceso con seguridad y garantías.
Durante una comparacencia de prensa para dar cuenta del acuerdo alcanzado con el Colegio de Farmacéuticos, Palomino ha revelado que habían puesto en marcha un teléfono para que los trabajadores desplazados así como los extranjeros sin empadronar pudieran reclamar al Servei de Salut su inmunización frente a la covid-19.
«Somos la comunidad autónoma con más volumen de población flotante y no nos hemos cerrado a vacunarla», ha comenzado el alto cargo del Servei de Salut, que ha revelado que han extraído la cifra de doscientas mil personas recabando datos del último ejercicio de actividad túrística «normal», del verano de 2019.
«Las comunidades autónomas tendremos que compartir información. Por ejemplo, tendremos que saber si a las personas que vienen a trabajar durante el verano a nuestros hoteles se les ha puesto ya alguna dosis y cuándo les tocaría la siguiente», ha explicado.
El director general ha reiterado que «estamos dispuestos a vacunar a todo el mundo (en alusión a las doscientas mil que compondrían esta población flotante)... siempre que se produzca esa transferencia de información y nos lleguen las vacunas suficientes para hacerlo».
Palomino ha revelado que ya llevan más de tres semanas trabajando con diferentes ministerios la vacunación de este colectivo entre el que situó a una población extranjera residente, básicamente alemanes y ciudadanos del Reino Unido, que vivirían en las Islas sin haberse empadronado y, por tanto, sin haber renunciado a sus derechos y prestaciones nacionales.
«En el Servei de Salut carecemos de datos de ellos porque usan seguros privados y, en caso de necesidad extrema, recurren a nosotros como desplazados en su calidad de ciudadanos del espacio Schengen con plenos derechos en el seno de la UE», ha concluido.
