El Consell de Govern tiene previsto aprobar hoy una partida de quince millones de euros para ejecutar el II Plan Estratégico de Autonomía Personal de jóvenes extutelados, un programa que se desarrollará hasta 2025 y que, a día de hoy, atenderá a unos trescientos jóvenes del archipiélago que al haber cumplido los 18 años han abandonado los centros de menores dependientes del Consell para aterrizar en el mundo adulto. El presupuesto triplica al del primer plan, que arrancó en 2016 y vence ahora.
En síntesis, se trata de guiar ese tránsito, más difícil todavía para quienes suelen arrastrar situaciones familiares complicadas. El Govern, a través de la conselleria de Asuntos Sociales que dirige Fina Santiago, propone una protección que se sostiene sobre tres pilares: 462 euros al mes en concepto de renta de emancipación; acompañamiento profesional y emocional; y un programa de vivienda que este segundo plan incluye nuevas fórmulas.
Esta ayuda se prolonga, como máximo, hasta que el beneficiario ha cumplido los 25 años. O antes si ha encontrado trabajo y por tanto se entiende que dispone de recursos propios suficientes para emanciparse.
Inserción laboral
De hecho, durante este proceso el joven se compromete a mantener una búsqueda activa de empleo o a continuar con su formación, condiciones indispensables para cobrar la renta. El año pasado el parón económico derivado de la pandemia hizo casi imposible que se incorporaran al mercado laboral, pero la conselleria espera tener más éxito este año con la ayuda del SOIB.
El nuevo plan llegará acompañado de algunas mejoras que incluirán una mayor especialización del servicio de acompañamiento para incorporar a gestores o abogados que se encarguen de, en ocasiones, complejos trámites burocráticos. También profesionales para asesorar a los jóvenes en la búsqueda de una vivienda propia.
Una de las grandes novedades de esta edición será la apertura de una casa de acogida para quince o veinte personas, un espacio en el que pasarán un periodo de transición antes de que vayan a uno de los pisos de acogida con otros compañeros.
O bien con una familia a la que el Govern pagaría una habitación, otra de las novedosas fórmulas que prevé este nuevo plan. En este caso, se trata de crear una especie de ‘banco de familias’ que colaboren en este proceso de emancipación, y que pueden ser incluso un tío o un hermano.
La intención de Asuntos Sociales es establecer además una red de familias ‘amigas’ con las que los jóvenes puedan contactar para cenar en un restaurante, celebrar su cumpleaños o unas Navidades. Se trata de ampliar su red de contactos para que puedan distraerse o relacionarse con alguien cuando lo necesiten.
Un crecimiento exponencial
La mayoría de los beneficiarios de este programa arrastran un historial de traumas que incluyen el maltrato físico o psicológico, abusos sexuales y negligencias severas por parte de sus padres biológicos que los llevaron a vivir en un centro tutelado hasta su mayoría de edad.
El primer plan arrancó en 2016, cuando atendió a 36 jóvenes extutelados. La cifra de beneficiarios ha crecido de manera exponencial desde entonces hasta haber atendido a un total de 682 usuarios.
A lo largo del año pasado 330 jóvenes percibieron la renta de emancipación. Un total de 210 se beneficiaron del servicio de acompañamiento y 142 pasaron por las viviendas incluidas en el programa, que suma hasta 99 camas.
