“Sé que no se sabrá nunca la verdad de lo que pasó en esa fiesta que organizasteis hace escasos días y que ahora es un motivo más de vergüenza para toda la institución. Sabed que he sabido de vuestros movimientos y de vuestro proceder para lograr tapa las bocas de quienes os vieron. Comportamientos con vuestro sello porque podéis y porque os dejan hacerlo, ya que San Fernando es vuestra casa, al menos, de momento. Y lo es porque todos os tienen miedo”.
Sonia Vivas, policía local de Palma y actual concejal de Podemos en Cort, ha publicado esta mañana en las redes sociales una contundente carta contra sus compañeros que organizaron y acudieron a una fiesta en honor, supuestamente, del agente que la estuvo acosando por su condición de lesbiana. Una fiesta que se habría celebrado en el antiguo bar del cuartel de San Fernando, con la autorización de los mandos, en la que acudieron personal externo. Esta celebración está siendo investigada por los responsables de Seguretat Ciutadana.
La carta no cita va ningún nombre, pero Vivas explica que va dirigida a los “funcionarios que, desde hace años, habéis secuestrado la Policía Local de Palma. A esos que desde el minuto uno en que pedía amparo a la Justicia por el acoso que padecía, convertisteis mi día a día en el mayor de los suplicios”.
La concejal relata el sufrimiento que ha tenido que padecer en los últimos años desde que decidió denunciar la situación de homofobia que venía sufriendo por su condición de lesbiana, provocada por dos compañeros, Rafael Puigrós y Alberto Juan, que han sido condenados. El primero de ellos tiene que ingresar en prisión y se sospecha que la fiesta ilegal fue un acto de homenaje de sus compañeros, pese a que ha perdido su condición de policía local y no podía estar en la zona acotada del bar de San Fernando.
Sonia Vivas critica que muchos de sus compañeros dejaron de hablarle y de saludarle cuando denunció a los dos condenados, y que incluso hubo quien el montaje policial que organizaron para desacreditarla, “diciendo que era normal que ellos reaccionaran, ya que yo les denuncié primero. Repitiendo el mismo patrón que cuando justificabais las patadas en la cabeza de un oficial a un detenido en el calabozo, porque según vosotros el tipo le insultó y el pobre compañero perdió los nervios”.
La concejal relata la campaña de acoso que ha venido sufriendo por parte de un grupo de compañeros del cuartel cuando denunció la homofobia. “Os habéis esforzado en pintarme como una mala persona, para poder tener un solo argumento de peso, con el que construir algo sólido, que justificara que me merecía el acoso”, señala la carta. “Esperabais que me hundiera, que enfermara, que no fuera capaz de remontar la increíble presión de grupo que ejercisteis sobre mí. Y ahora mi verdad os persigue y os resuena como un eco. Os habéis sorprendido de mi fortaleza y por eso habéis hecho todo, absolutamente todo, lo posible para destruirme”. A pesar de toda esta campaña de desprestigio, Sonia Vivas afirma que “aquí sigo, mirándoos a los ojos para recordaros vuestra bajeza”.
Por otra parte, la pasada semana se jubiló un inspector de la Nocturna de Policía Local, pero en esta ocasión no hubo fiesta de homenaje, ni se permitió el uso del bar del cuartel para una celebración. El mando policial se limitó a comprar comida y bebida, y la repartió por la mesa de un despacho, invitando a sus compañeros a que entraran y tomaran algo cuando tuvieran un momento libre. Ni se rompieron grupos ‘burbuja’, ni tampoco hubo un brindis general de todos los agentes que estaban trabajando, ni se saltaron las medidas sanitarias. Los agentes se limitaron a dar la enhorabuena al inspector que se jubilaba. Según ha podido confirmar este periódico, en la celebración que tuvo lugar en el bar del cuartel, bajo la excusa de que se rendía un homenaje al policía Pedro Puigrós, que se jubila en julio, asistieron algunos representantes sindicales. De allí se explicaría que algunos representantes del colectivo hayan salido públicamente en defensa de que se celebren este tipo de eventos. Este agente, a diferencia del inspector, tiene previsto jubilarse en el mes de julio y aún así sus compañeros justificaron que se le organizara un acto de homenaje en el antiguo bar del cuartel de Sant Ferran.