La investigación confirma que personas ajenas al servicio entraron en el cuartel de Sant Ferran para homenajear a un agente agente a punto de jubilarse. Entre los participantes en la reunión se encontraban dos agentes suspendidos del servicio tras ser condenados recientemente por acosar a la regidora Sonia Vivas, cuando esta era policía local. 

La supuesta fiesta se celebró en el antiguo bar de la sede policial, habilitado actualmente como comedor. Es un espacio que utilizan los agentes para cenar cuando entran de turno de noche. Sin embargo, el visionado de las cámaras de seguridad confirma que en la noche del 13 de abril entraron al cuartel personas ajenas al servicio durante el turno de noche. Entre los asistentes se encontraban Alberto Juan y Rafael Puigrós, ambos condenados por acosar a la regidora de Podemos, Sonia Vivas, cuando esta era policía local.

La reunión se celebró, según las pesquisas, para despedir al agente Pedro Puigrós, hermano de uno de los policías condenados, que se jubilará en unos meses y se prolongó más allá del toque de queda, fijado en Baleares a las 10 de la noche.

Fuentes conocedoras del caso indican que hubo algunos mandos que sabían que se hacía esta fiesta