La presidenta del Govern balear, Francina Armengol, insistió ayer en que la desescalada debe ser «lenta» y siguiendo criterios sanitarios. Armengol respondió así al ultimátum del sector de la restauración, que ha exigido la reapertura del interior de bares y restaurantes a principios de la próxima semana.

Armengol quiso trasladar la «empatía» del Govern hacia todos los sectores económicos y señaló que entiende «el dolor y la frustración» de los restauradores. Sin embargo, remarcó que las medidas para afrontar la covid-19 no son económicas y que «la salud está por encima de cualquier cosa». «Lo que se nos recomienda es seguir haciendo una desescalada lenta para seguir siendo uno de los territorios de Europa que menos mortalidad ha tenido debido a la covid y esto es fundamental. Hemos salvado muchas vidas y debemos seguir salvando muchas vidas en esta comunidad autónoma», añadió la presidenta.

La presidenta recuerda que «la salud está por encima de cualquier cosa» a la hora de planificar la desescalada

«Estamos consiguiendo poder reactivar poco a poco nuestra economía y a la vez seguir protegiendo muy bien a nuestra población», manifestó Francina Armengol. El Govern, recordó, tiene previstas reuniones con los consells insulares, el ayuntamiento de Palma, la Felib y con la Mesa de Diálogo Social para determinar cuáles serán las medidas restrictivas de las próximas semanas.

«Estoy convencida de que vamos en la ruta adecuada para ir consiguiendo esta desescalada que habíamos acordado entre todos, que fuera lenta, que fuera protegiendo a la población y a la vez que pudiera hacer su reactivación económica, por tanto, debemos seguir en esta línea de trabajo», afirmó.

También el conseller de Turismo y Trabajo, Iago Negueruela habló ayer de la inminente aprobación de medidas de «adaptación» de las restricciones y pidió prudencia. El conseller apostó por una desescalada lenta y, por consiguiente, no se mostró muy partidario de grandes relajaciones en esta materia. Al respecto, añadió que todas las decisiones se tomarán en función de la evolución de la pandemia y «se adaptarán a la situación». También defendió que, una vez desaparezca el estado de alarma el 9 de mayo, el Govern podrá seguir aplicando medidas restrictivas.