Inés Arrimadas, líder nacional de Ciudadanos, tuvo que enviar a su número dos y secretaria general, Marina Bravo, para sofocar un intento de motín en el grupo parlamentario naranja en Balears. Tres de los cinco diputados en el Parlament querían relevar a la actual portavoz y líder de la formación en las islas, Patricia Guasp.

Según desveló ayer el digital Vozpopuli, se celebró una reunión el pasado 17 de marzo y tres diputados querían volver a poner a Marc Pérez Ribas al frente del grupo parlamentario y relegar a Guasp.

Hay que recordar que Pérez Ribas fue el cabeza de cartel en las elecciones de 2019 y por consiguiente fue nombrado portavoz. No obstante, las diferentes divisiones y enfrentamientos en el seno de la formación naranja lo relegaron en favor de Guasp.

El intento de relevar a Guasp no salió adelante, según Vozpopuli, tras la mediación de la secretaria general de Ciudadanos, Marina Bravo, quien se desplazó a Palma una semana después para tratar este asunto con los miembros del grupo parlamentario.

Este periódico intentó ayer sin éxito ponerse en contacto con Patricia Guasp y Marc Pérez Ribas, los dos diputados enfrentados. No obstante, según fuentes naranjas la división es importante en el seno del partido naranja en Balears. Una división que se remonta a cuando se orquestó el relevó del anterior líder y uno de los fundadores del partido, Xavier Pericay.

Las informaciones que llegan desde Madrid es que este intento de motín se produjo después de los casos de transfuguismo en Murcia y en plena campaña electoral en la Comunidad de Madrid, donde los naranjas se juegan quedarse sin representación en una región donde han gobernado.

Asimismo, se apunta que para la dirección nacional de Ciudadanos que lidera Inés Arrimadas habría sido también un serio revés, después de la salida de un centenar de dirigentes nacionales, autonómicos y locales en las últimas semanas, ya que sería el primer parlamento en el que pierde el control de su grupo.

Patricia Guasp fue una apuesta personal de Arrimadas para liderar el partido en Balears y el hecho de que hubiera quedado relegada a portavoz adjunta habría comprometido también su liderazgo para ser candidata en 2023.