El Colegio de Graduados Sociales de Balears recomienda asesorarse bien de cara a la próxima declaración de la Renta, cuya campaña empieza esta semana, con particularidades para quienes han estado en ERTE y para quienes han percibido el Ingreso Mínimo Vital.

El tesorero del Colegio de Graduados Sociales de Baleares, Federico Hermosel, recalcó la asesoría que pueden prestar los graduados sociales, al ser conocedores de los diferentes tipos de prestaciones pagadas por el SEPE y los períodos en los que los trabajadores hayan podido estar en ERTE o cobrando prestación. Explicó que tendrán la obligación de efectuar la declaración de la renta en el ejercicio 2020 los trabajadores con retribuciones brutas de más de 22.000 euros anuales si proceden de un único pagador. Si tienen varios pagadores tendrán que declarar si la suma de las cantidades percibidas del segundo y restantes pagadores superan los 1.500 euros y a la vez superen los 14.000 euros anuales, algo que puede darse en quienes hayan estado en Erte.

Los contribuyentes que hayan cobrado menos de 13.100 euros no tendrán que hacer la declaración

Según Hermosel, si el trabajador ha tenido retribuciones por parte de la empresa, «y además ha tenido percepciones por parte del SEPE ya sean por desempleo, por ERTE, por la percepción extraordinaria pagada a los fijos discontinuos o subsidios diversos, en el momento que en este segundo pagador supere los 1.500 euros tendrá la obligación de hacer la declaración de renta». Advierte de que hacer la declaración de renta «no significa automáticamente tener que pagar sino que entran unas variables como situación familiar, minusvalías o desgravaciones fiscales diversas como pago hipotecas efectuadas anteriores al año 2013».

Tampoco pagarán el impuesto sobre la renta cuando los ingresos netos totales del perceptor por retribuciones del trabajo más otros tipos de imputaciones fiscales que pueda tener el contribuyente sean inferiores a 13.100 euros anuales.