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Pediatras detectan un aumento de la obesidad infantil por el confinamiento

Más uso de pantallas y menos ejercicio físico, detonantes

A finales de noviembre se reabrieron los parques infantiles cerrados dos meses antes. Guillem Bosch

Los pediatras de Baleares han constatado que el confinamiento así como las restricciones a la movilidad han provocado un aumento de la obesidad entre la población en edad pediátrica de las islas. Tal y como explica la coordinadora autonómica de Pediatría, Marga Cañellas, los médicos habrían detectado «un aumento del Índice de la Masa Corporal (IMC) entre la población infantil superior al esperado» en este año pandémico.

La coordinadora autonómica admitió que inicialmente se pudo tratar de forma cruel a la población infantil cerrando escuelas, parques infantiles y, en general, todas sus vías de esparcimiento y de interactuación social en una edad en la que resultan fundamentales. Pero lo justificó en el desconocimiento generalizado del nuevo virus pandémico.

Máximos transmisores

«Pensábamos que los niños, como ocurre con otros virus respiratorios, iban a ser los máximos transmisores, pero luego resultó que ni les afectaba ni fueron sus propagadores. Aunque las medidas y restricciones adoptadas sí han afectado a la salud física y psicológica de los más pequeños», admite la pediatra.

Si los últimos estudios publicados señalaban que uno de cada cuatro niños escolarizados de Baleares tenía sobrepeso u obesidad, este porcentaje podría haber experimentado un aumento debido a las diferentes casuísticas a las que ha abocado a las familias esta pandemia.

Y la coordinadora autonómica, que recuerda que la OMS cifra en 40 millones los niños obesos en todo el mundo, añade un dato más preocupante de la Asociación de Pediatras de Atención Primaria de Baleares (ApapIB): «Un 77% de los niños obesos de hoy podrían ser obesos en el futuro y aumentar su morbilidad en la edad adulta, con más casos de diabetes o enfermedades cardiovasculares» asociados a los malos hábitos alimenticios.

Cañellas apunta a que los efectos de esta crisis sanitaria se han hecho sentir más acentuadamente entre la población con menos recursos. «Los niños dejaron de ir al colegio y, al mismo tiempo, abandonaron la actividad física. Asimismo el confinamiento trajo consigo un cambio en los hábitos alimenticios. Los niños comían peor por ansiedad o, simplemente, por los problemas económicos de sus familias. Si a esto le añadimos un aumento del sedentarismo y del tiempo de uso de las pantallas (de móviles, tabletas o simplemente de estar frente al televisor), ya tenemos las causas de un aumento de la obesidad que ha sido más acusado entre los niños más vulnerables socioeconómicamente aunque, en general, el 50% de la población infantil ha empeorado», sostiene la pediatra.

Aunque el aumento de peso no ha sido el único «efecto colateral» que ha provocado el confinamiento al que obligó la pandemia de SARS-CoV-2 entre la población infantil de las islas.

Entre otros, la coordinadora autonómica habla de trastornos del sueño y del comportamiento, desarreglos por la separación de los progenitores o por el duelo de la muerte de un familiar cercano o de la dificultad que supuso para algunos pequeños regresar al colegio de forma presencial este curso académico.

Sin poder entrar a valorar las repercusiones psíquicas de la pandemia en la población infantojuvenil de las islas, para la que la pediatra Cañellas remite al coordinador autonómico de Salud Mental, Oriol Lafau, se le pide a la experta que explique qué actuaciones se están llevando a cabo para atenuar los efectos más negativos de la pandemia en la salud de los más pequeños.

Marga Cañellas, coordinadora de Pediatría en Baleares. GUILLEM BOSCH

Actividades extraescolares gratis

«Sensibilizamos a los pediatras para que retomen las consultas presenciales lo antes posible e instamos a realizar medidas intervencionistas para modificar los malos hábitos alimenticios de las familias. También abogamos por fomentar el deporte al aire libre de forma segura y nos planteamos hacer gratuitas las actividades extraescolares para las familias más desfavorecidas», plantea Cañellas.

En términos generales, la coordinadora habla de la necesidad de normalizar la situación lo antes posible y de plantear una desescalada a medida de los niños como se ha hecho con los adultos. Y es que advierte para concluir que está experiencia pandémica quedará marcada en todos aquellos niños que la han vivido a partir de los cinco años. «Tendrán recuerdos de sus grupos burbuja, de las mascarillas y de la distancia social, medidas que por nuestro carácter mediterráneo hemos llevado peor», subraya Cañellas.

Crecieron las lesiones autolíticas y los intentos de suicidio

«Algunos niños experimentaron episodios de ansiedad y angustia cuando llegó el momento de tener que regresar a las aulas, básicamente por el miedo que tenían a contagiarse con el coronavirus en ellas. Y crecieron las lesiones autolíticas (infringirse heridas superficiales) así como los intentos más graves de suicidios», admite la coordinadora autonómica de Pediatría.

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