El Teléfono de la Esperanza en Baleares atendió 2.956 llamadas durante 2020, de las cuales 75 fueron por temática suicida, lo que supone un incremento del 88% respecto al año anterior.

Estas 2.956 llamadas casi triplicaban el número de las recibidas el año anterior y representaban una media de 246 llamadas al mes y ocho al día. En total fueron 670 horas de atención telefónica efectiva anual, lo cual supone un incremento del 72% respecto al año anterior.

Desde la entidad señalaron que los factores asociados a la pandemia explican este incremento que ha obligado al voluntariado a redoblar su compromiso y trabajo. Por otra parte, las nuevas infraestructuras de comunicación implementadas han contribuido a la mejora del servicio y a una mayor cobertura.

Un 60% de llamadas femeninas

Las llamadas las realizaron el 60% mujeres y el 40% hombres. En los últimos años casi se había igualado, pero con la pandemia se incrementó casi el triple de llamadas y las mujeres han pedido más ayuda que los hombres.

El contenido de las llamadas fue en un 76% por problemas psicológicos y psiquiátricos, en un 21% por problemas relacionales o familiares, en un 2% por problemas asistenciales y en un 1% por problemas jurídicos.

En total, se atendieron 75 llamadas de temática suicida, un incremento del 88% respecto al año anterior, que fueron 40. «El incremento de las llamadas de temática suicida no implica necesariamente un aumento de los suicidios, para esto es necesario esperar a la publicación de las cifras oficiales de causas de defunción del INE, pero lo que nos parece muy importante es que las personas pidan ayuda porque están dando un paso para afrontar sus problemas», destacaron desde la entidad.

1.319 llamadas de riesgo

Además, se previnieron suicidios atendiendo 1.319 llamadas de personas con factores asociados al riesgo suicida. La media del tiempo de la llamada en estos casos es de 28 minutos y en el 70% de los casos agradecen las orientaciones recibidas. 

De acuerdo con la entidad, la pandemia de la covid-19 ha incrementado significativamente los factores de riesgo asociados a la conducta suicida, por lo que la prevención es más necesaria que nunca.

Las temáticas más comunes fueron los problemas mentales (31%), la soledad y el aislamiento (10%), la depresión (6%), los trastornos de ansiedad (6%), la crisis vital (4%), crisis psicológica/emocional explícita por coronavirus (3%) y los problemas familiares (7%).

Entre 56 y 65 años 

El 80% de los usuarios expresó su satisfacción y gratitud por el servicio recibido y la mayoría de las personas que llamaron a la entidad era de entre 56 y 65 años (un 27,02%).

La situación de soledad e indefensión de las personas de la tercera edad ha obligado a la entidad a implementar programas específicos de atención y a reforzar los ya existentes en Canarias, Comunidad Valenciana, Extremadura, Andalucía y Castilla León.

En Baleares, el 13,75% de las personas que llamaron durante 2020 fueron de la tercera edad. Los jóvenes de entre 18 a 35 años representan el 16,35%. Este es un dato importante, pues hay otros servicios que atienden a este segmento de población, subrayaron desde el Teléfono de la Esperanza.

Los voluntarios del servicio de ayuda por teléfono emplearon 670 horas de escucha activa y expresaron su satisfacción por el servicio ofrecido en el 90% de las llamadas atendidas.

Durante el año pasado se ha ofrecido intervención por los psicólogos y psiquiatras voluntarios a 124 personas, siendo las demandas más habituales las ocasionadas por: las crisis depresivas, las crisis de ansiedad, el duelo, miedos patológicos, ideaciones suicidas, problemas severos de convivencia familiar y las personas con problemas de salud mental que vieron agravadas sus patologías por la pandemia y las dificultades para recibir atención.

Dadas las circunstancias pandémicas, esta atención se ha realizado casi en su totalidad de forma online.