Los sindicatos UGT y CCOO reforzaron ayer su rechazo a aplazar la subida salarial acordada para este año en la hostelería, y se mostraron algo más flexibles ante una negociación en relación a este tema en el comercio tradicional y en el transporte turístico. Esta postura sindical se señala como la causa de que la presidenta de la Federación Hotelera de Mallorca, María Frontera, haya intentado trasladar esta negociación a la máxima responsable de la patronal CAEB, Carmen Planas, tal y como adelantó el sábado Diario de Mallorca, generando fuertes tensiones internas, según se reconoce desde otras sectoriales.
Responsables de ambos sindicatos y de la federación balear del transporte mantuvieron ayer un encuentro para abordar el aplazamiento de la subida salarial prevista para este año, y esta mañana está convocada una reunión similar en el sector del comercio. En el caso de la hostelería, durante la mañana de ayer se insistía en que su patronal sigue sin reclamar una reunión, pese a la insistencia en que ésta se celebre por parte la asociación balear de restauradores.
En el caso del transporte discrecional (turístico), tras el encuentro de ayer todo apunta a que este mes se podrá cerrar un acuerdo que permita aplazar el alza del 3% fijada para este año, y en septiembre reabrir la negociación para ver si se traslada totalmente a 2022 o si la patronal lo compensa en parte a cambio de mejoras en materia de empleo y jornada, según señaló el secretario general de la federación sectorial de CCOO, Josep Ginard.
Respecto al comercio, el máximo responsable de la sectorial de UGT, José García, apuntó la predisposición a estudiar fórmulas como demorar algunos meses la subida de los salarios. En este caso, se recuerda que este sector ya pudo congelar sus retribuciones en 2020, mientras que el transporte turístico no lo hizo.
Pero desde ambos sindicatos no se oculta que en el caso del 3,5% que debe aplicarse este año en hostelería, la postura que se mantiene en estos momentos es la de negarse a asumir otro aplazamiento como el que ya se fijó para el pasado ejercicio. El argumento que se esgrime es que la mayoría de los fijos discontinuos están cobrando la prestación especial aprobada para ellos, sin coste para las empresas, y que estas últimas van a reincorporar a sus puestos durante el verano a solo una parte de los mismos ante la debilidad que se va a mantener en la llegada de turistas. Eso hace, según se alega desde UGT y CCOO, que la subida salarial mencionada se va a aplicar solo a una parte minoritaria de las plantillas.
La dureza sindical en torno a las retribuciones en hostelería explica que la presidenta hotelera, María Frontera, haya querido trasladar la responsabilidad de abordar este tema a su homóloga en la CAEB, Carmen Planas, en un intento de que ésta solicite la intervención del Govern para que actúe como mediador.
Predisposición del Govern
En este sentido, el conseller portavoz del Ejecutivo autonómico, Iago Negueruela, señaló ayer la predisposición del Gabinete de Francina Armengol a llevar este tema a la Mesa del Diálogo Social, pero consideró que antes son las patronales las que tienen que poner su propuesta sobre la mesa, como están haciendo las de comercio y transporte. Por el momento la federación hotelera no ha dado este paso.
Además, hay empresarios que cuestionan a María Frontera que haya buscado la mediación de Planas y del Govern para la subida salarial en la hostelería, pero también en los otros dos sectores antes señalados.
El presidente de la patronal de comercio Afedeco, Toni Gayá, defendió ayer que este tema se aborde en primera instancia en la mesa negociadora del convenio de cada sector, y no con carácter general para todos.
En este sentido, se tiene en cuenta que los sindicatos parecen dispuestos a ser algo más flexibles en otras actividades que no sean la hotelera.
