Sin preocupaciones y disfrutando de las vistas desde la terraza del hotel Pil·larí Playa. El establecimiento de la cadena Allsun, en Platja de Palma, tenía ayer alojados a 214 turistas alemanes. Fue uno de los primeros en abrir, el pasado miércoles, y a mitad de semana ya habrá superado los 250 clientes. Todo ellos llegan a la isla buscando un refugio en el que evadirse un poco, lejos de las duras restricciones que enfrentan desde hace meses en Alemania y ajenos a la controversia generada por su salida rumbo a Mallorca, cuando los contagios de covid suben en su país.