Baleares es una de las CC AA con más afectación de la economía a raíz de este año de pandemia. Su dependencia tan alta del turismo la han convertido en la economía de España más afectada por su orientación al turismo. Si la caída del PIB en España ha sido del 11% en 2020, en Baleares ha sido mucho mayor. Sin duda, Baleares ha sido una región muy castigada por el virus. Y sin embargo, la gestión de la pandemia tiene aspectos muy positivos, en un entorno donde hay muchos aspectos mejorables.

La primera es la cifra baja de exceso de mortalidad que Baleares, junto con la que han tenido Canarias y Cantabria y Galicia. A diferencia de Castilla y León, Castilla y La Mancha y Madrid, Baleares tiene unas cifras bastante buenas, en este entorno donde a nada relacionado con la mortalidad en esta pandemia, puede tener el nombre de bueno.

La pandemia ha causado un exceso de defunciones en España que según el Instituto Nacional de Estadística, en el periodo desde enero de 2020 a febrero de 2021 se registraron 560.690 defunciones, 101.938 defunciones más que las 488.751 registradas en el periodo desde enero de 2019 a febrero del 2020. Y en ello, Baleares y Canarias han estado menos afectadas, han registrado menos defunciones de las que cabría esperar por el tamaño de su población, con un -64,8 y un -84,5 % respectivamente.

El exceso de mortalidad se debe principalmente a la combinación de las defunciones directamente causadas por la covid-19 y las defunciones causadas por las deficiencias en la atención sanitaria a otras patologías. Y el exceso de defunciones es consecuencia de la mala gestión de la pandemia. Por tanto Baleares pasa con mejor nota este apartado, siendo España, uno de los países con mayor mortalidad de la Unión Europea con grandes variaciones según Comunidades Autónomas.

El programa de acción comunitaria que el Gobierno de las Illes Baleares ha puesto en marcha con el despliegue de 377 trabajadores para informar, sensibilizar y concienciar a la población de la necesidad de cumplir las medidas de prevención sanitaria contra la covid-19 es una muy buena medida en comunicación y en el trabajo comunitario. Estos trabajadores, de diferentes ámbitos profesionales, han trabajan a pie de calle con el objetivo de que la población pudiera entender mejor todas las medidas con un planteamiento informativo y cooperativo.

Esta acción de intervención comunitaria se ha basado en una formación especial en áreas de salud, comunicación asertiva y cómo actuar ante situaciones conflictivas. Y los informadores se han encargado de informar, acompañar, supervisar y resolver dudas de la población en torno a las medidas en vigor en su zona. Y han dispuesto de traductores-mediadores para hacer de altavoz entre la población de las medidas sanitarias preventivas. A la vez, estos informadores han ayudado a tener una visión más directa y a adaptar las actuaciones. Muy buena medida, sin duda.

Exceso de mortalidad durante la pandemia covid Fuente: Instituto Nacional de Estadística. / DDM

La vacunación a cuidadoras de grandes dependientes ha sido otra acción destacada que no ha sido priorizada tal cual se ha hecho en Baleares, en otras CC AA. También se ha ido a los domicilios de este colectivo. Y todo ello en un entorno donde se había producido un vacío con los cuidadores no profesionales. Esta situación ha sido muy importante en el marco de clarificar la situación de estas personas. Porque la clave es que si no se vacunan a la vez que los grandes dependientes a quienes cuidan han de poder hacerlo en fase posterior pero no tardando demasiado, ya que como dicen algunas de ellas: «Si me contagio, ¿a ella quién la atiende?». Y es que el plan de vacunación no debe olvidar a las cuidadoras familiares de dependientes.

En España hay 450.517 personas que perciben una prestación económica para «cuidados en el entorno familiar». De ellas, la gran mayoría son mujeres, 133.679 están a cargo de personas con el máximo grado de dependencia. Las personas que realizan un trabajo proporcionando cuidados estrechos a personas de poblaciones de riesgo en sus hogares (mayores, personas dependientes, enfermos, etc.) se han vacunado en Baleares. Muy buena medida en Baleares.

La compra para los colegios de medidores de CO2 y filtros HEPA ha sido una muy buena medida de la Conselleria de Educación para mejorar las condiciones de higiene respiratoria y prevenir el contagio en los centros educativos.

Así, los centros usan purificadores fijos o portátiles de aire con filtros de alta eficacia HEPA, que proporcionan un caudal de aire limpio suficiente para el aire del aula. Al aire libre, la concentración natural del planeta de CO2 es de 400 ppm (partes por millón). En un interior, el número clave son 700 ppm. A partir de esa cifra hay que empezar a ventilar, porque indica que ese aire ya se ha respirado y no es fresco. En el caso de los centros escolares de Baleares, disponer de un medidor en las aulas permite y ha permitido medir las concentraciones de CO2 por aula, establecer patrones y protocolos adecuados para cada caso.

Y además, se sabe que cuando el nivel de CO2 en un espacio es muy elevado, se produce deterioro cognitivo: los alumnos aprenden menos, se concentran peor, toman peores decisiones y son más torpes. Buena medida a añadir a las anteriores.

Cuatro medidas que hablan de buen trabajo, de ciencia (como las medidas de cierre de los interiores de bares y restaurantes) y de medidas ajustadas. Todo ello en un entorno donde diciembre empezó mal en Baleares pero que desde finales de año, se ha ido trabajando de forma adecuada para conseguir bajar las cifras. Esperemos que se siga por el buen camino y que no se cambien las restricciones sin cabeza cuando necesitamos llegar a una situación covid-cero.