Un elevado número de ancianos se congregaba ayer en el centro de salud La Casa del Mar de Palma, ubicado en el Moll Vell y que atiende entre otras a la envejecida población del barrio catedralicio de Palma. Esperaban ser vacunados porque para eso habían sido citados, pero no todos salieron inmunizados de él.
A una anciana citada se le tuvo que pedir disculpas por haberle hecho ir en balde y se le citó para mediados de la semana que viene. La coordinadora de vacunación explicó a los molestos familiares que habían acompañado a su pariente que estaban desbordados. Que en ese centro de salud tienen asignados más de 500 pacientes que ya han superado los 90 años de edad y que las entre 10 y 15 vacunas que reciben diariamente son claramente insuficientes para poder inmunizar a esa franja de edad con la rapidez necesaria.
Hay lista de espera y las citas no siempre se cumplen. Porque lo que también resaltó la responsable es el grado de cumplimiento de estas personas mayores: nadie falta a la cita, todos acuden a vacunarse sin excepciones.
El centro de salud Casa del Mar tiene asignadas un total de 23.276 tarjetas sanitarias individuales. Pues bien, casi una de cada 5 pertenece a palmesanos mayores de 64 años, un total de 4.211.
Esta casuística, como muchas otras, demuestra a las claras que el problema no radica tanto en la capacidad de vacunar de esta comunidad sino en la falta de fármacos que inocular a una población ansiosa por inmunizarse.
Entre las previsiones del Servei de Salut para vacunar a los mayores de 80 años figuraba empezar a hacerlo el primer fin de semana de este mes (día 6 y 7) con la población con edades comprendidas entre los 90 y los 95 años, un total de 8.391 personas en el conjunto del archipiélago. Y habían previsto vacunar a todo este colectivo a comienzos de la segunda semana del mes, momento en el que se empezaría a inmunizar a los de entre 85 y 90 años. Pero al menos en la Casa del Mar no se está cumpliendo este cronograma ya que la próxima semana, la última de marzo, se sigue citando a mayores de 90. Y el retraso, con este colectivo, no se puede atribuir al parón de AstraZeneca, vacuna que solo se inocula a los menores de 55 años.