El fiscal superior de Baleares no quiere reabrir la investigación sobre el presunto fraude fiscal, calculado en más de 50 millones de euros, que un informe policial atribuye al empresario Bartolomé Cursach. Bartomeu Barceló, tras solicitar un informe al fiscal Juan Carrau, ha decidido archivar las diligencias de investigación, sin tener en cuenta los tres peritajes particulares que han realizado expertos contables independientes, que sostienen que sí hubo fraude fiscal y que la cantidad superaría con creces los cálculos que realizó la Policía.

Esta contestación del fiscal superior la ha recibido el empresario Bruno da Silva, que ya se ha personado en la causa judicial que se inició tras el informe policial, y que fue archivada provisionalmente tras el informe de fiscalía, basándose en un estudio de Hacienda, que rechazaba que hubiera delito fiscal en la contabilidad de las empresas del empresario nocturno. Además de solicitar su personación, el empresario aporta estos tres informes independientes, realizados por expertos que trabajan en ciudades distintas, que también han tenido oportunidad de analizar a fondo el atestado de la Policía y de las conclusiones que alcanza. Y todos los expertos coinciden en que sí existen indicios suficientes para sospechar que Cursach cometió un delito fiscal al camuflar a la Hacienda Pública la mayor parte de los ingresos que generaba mediante sus distintas empresas. Los tres peritos tienen amplia experiencia en realizar estudios económicos, pero una de estas empresas auditoras tiene una especial importancia porque se encarga de analizar la contabilidad de los principales equipos de fútbol de la capital. Da Silva ha remitido una carta a la fiscal general del Estado, Dolores Delgado, para que intervenga en el caso.