La Asociación Nacional de Profesionales de la Enseñanza en Balears (ANPE) y el Sindicato de trabajadores de la Enseñanza Intersindical (STEI) pidieron transparencia y garantías en el proceso de vacunación de los docentes en las islas una vez que este lunes fueron suspendidas de manera provisional (durante mínimo 15 días) las dosis de AstraZeneca. A través de un comunicado, ANPE exigió a la Conselleria de Salud la protección del profesorado y del personal no docente de los centros educativos. «Estamos preocupados porque lo que nos transmiten los profesores es miedo e incertidumbre ante lo que pueda suceder después», explicó Víctor Villatoro, presidente de ANPE.

 De hecho, una de las inquietudes más importantes en el colectivo está vinculada con la inyección de la segunda dosis de este fármaco, una vez que ha quedado detenida. « ¿Si la segunda dosis se administraba en 12 semanas, cuándo se va a poner ahora que ha quedado todo paralizado?» se preguntó el propio Víctor Villatoro. Una preocupación que compartió Catalina Bibiloni, portavoz del STEI: «Estamos pendientes de que se pronuncie la Agencia Europea del Medicamento porque hay bastantes nervios, es importante que se aclare cuál será el protocolo de vacunación después de esta noticia». 

Efectos secundarios

Asimismo, ambos sindicatos también reclamaron una respuesta inmediata para tranquilizar al colectivo en un momento de incertidumbre: «Si dejamos que pasen los días la preocupación irá en aumento. Desde Educación y Sanidad deben lanzar un mensaje de calma», advirtió el presidente de ANPE. Otro de los elementos vinculados a la vacuna de AstraZeneca que han causado recelo entre los docentes son los efectos secundarios que se han ido produciendo. Del mismo modo, algunos profesionales de la enseñanza han tenido que pasar varios días en cama, tal y como analizó Víctor Villatoro de ANPE: «Cerca de un 10% de los vacunados han tenido efectos más graves y la gran mayoría ha registrado un dolor fuerte en el brazo durante 3 o 4 días. También en algunos casos han desarrollado náuseas o fiebre y se han tenido que quedar en casa». Una idea que compartió la portavoz del STEI: «Hemos observado que los docentes que han presentado efectos más graves han sido los jóvenes, pero en muchos casos estuvieron un día en casa y luego se pudieron reincorporar al centro». Sin embargo, a pesar del impacto negativo de estos efectos, desde ambas organizaciones se pidió calma y prudencia hasta que las instituciones sanitarias y la Agencia Europea del Medicamento se pronuncien al respecto: «Han decidido frenar durante unas semanas para investigar si los efectos secundarios más graves tienen relación con la vacuna, por lo que este principio de precaución es adecuado», sostuvo el presidente de ANPE.

Por último, exigieron más transparencia a las instituciones con la información relativa a la vacunación y lanzaron un mensaje de apoyo a los docentes en estos momentos de dudas: «Apelamos a la responsabilidad y la prudencia del profesorado hasta que haya una decisión al respecto, no queda otra que esperar», concluyó el presidente de ANPE.