Carmen Jiménez es la directora del Programa Itaca de Projecte Home, donde se desarrollan los tratamientos para que los alcohólicos dejen esta adicción y empiecen una nueva vida apartados de la bebida. Explica que los adictos que buscan dejar el alcohol llegan al centro desde diferentes vías. Unos preguntan y piden información, otros entran en el programa de forma voluntaria, otros llegan a través de familiares y otros por indicación médica.

La directora detalla que no todos los alcohólicos tienen el mismo nivel de adicción, por lo que el tratamiento es muy individual. A unos se les permite realizar la terapia de forma ambulatoria, pueden seguir viviendo en su casa y acudir solo a las reuniones semanales. Otros, en cambio, están mucho peor y se quedan internados en el centro. «Se le adapta el diagnóstico a cada paciente y se le busca el tratamiento más eficaz».

La especialista en terapia señala que a un adicto al alcohol no se le puede quitar de golpe la bebida. Necesita una desintoxicación controlada por un médico. El tratamiento dura un año. Jiménez explica que a medida que avanza el programa se realiza un trabajo mucho más profundo sobre la historia de vida del adicto, ayudándole a gestionar sus emociones. «Hay que buscar la razón por la que esa persona recurre al alcohol y muchos de ellos no lo saben». La directora señala que el alcohol primero empieza como un hábito, pero que termina en una adicción. «Tomar alcohol está muy normalizado».

La directora de Itaca afirma que en Projecte Home nunca se juzga al alcohólico, sino lo que se le pide es «compromiso y responsabilidad». En las terapias se organizan grupos de autoayuda. Cada adicto cuenta su versión y se somete a un debate de confrontación para ayudarle a despejar las dudas. Lógicamente, la abstinencia es fundamental en este tipo de tratamiento y los terapeutas también intentan trabajar con la familia del adicto, ya que es muy importante no facilitarle el acceso al alcohol una vez que regresa a su domicilio.

«A estas personas que sufren este problema sufren un cambio brusco. Se les tiene que enseñar a vivir sin alcohol. Ya no pueden volver a tomar una sola gota de alcohol en toda su vida, porque aunque se tome una sola copa es muy fácil recaer». Carmen Jiménez asegura que las puertas de Projecte Home están abiertas para ayudar a cualquier alcohólico.