El Govern, en un operativo conjunto con la Delegación del Gobierno, el ayuntamiento de Palma y el resto de municipios de Baleares, montará este próximo fin de semana un operativo especial de seguridad, para comprobar que las medidas adoptadas en el plan de desescalada se están cumpliendo, con el objeto principal de controlar los contagios. Ayer se organizó una reunión de trabajo entre la consellera Garrido, la delegada Aina Calvo, el alcalde José Hila y el presidente de la Felip, Antoni Salas, para adoptar el operativo de cumplimiento de las órdenes sanitarias. Garrido realizó un llamamiento a la población para pedirle que cumplan las normas de seguridad. Explicó que éste será el primer fin de semana desde que se ha iniciado este proceso de desescalada. Los locales podrán estar abiertos y se controlará que se respeten los aforos de las terrazas. La consellera anunció este dispositivo que estará coordinado entre las diferentes fuerzas de seguridad, que se va a extender tanto en control de locales abiertos al público, como en zonas de playas, donde también se exigirá que solo se puedan reunir seis personas y, además, todas ellas deben llevar mascarillas y deben respetar las distancias de seguridad. Garrido anunció también que los locales no podrán vender bebidas alcohólicas, salvo que vayan acompañadas de comidas, ya que se pretende evitar que las calles se conviertan en una extensión de estos restaurantes. «Seremos muy estrictos», anunció la consellera.

Desde el pasado mes de junio el Govern ha presentado 11.661 denuncias por incumplimiento de las medidas impuestas en el estado de alarma, que se han traducido en propuestas de sanción por valor de 2.180.000 euros. Estas multas están en fase de tramitación administrativa, si bien la consellera de Presidència afirmó que todas estas sanciones «se van a cobrar».

Por su parte, la delegada del Gobierno, Aina Calvo, también incidió en la necesidad de que la población cumpla las normas sanitarias y si bien la mayoría las acata, señaló que solo el pasado fin de semana se detectaron hasta nueve fiestas ilegales que se celebraron en pisos de Mallorca. Calvo abogó por una «desescalada ordenada» para evitar que se vuelvan a imponer las restricciones porque las normas no se están cumpliendo. Recordó lo mucho que nos estamos jugando en Baleares para conseguir que la temporada turística se inicie de inmediato, porque de ello dependen miles de puestos de trabajo.

El alcalde de Palma igualmente recordó que nos estamos jugando mucho y también que es necesario que todos cumplan las normas sanitarias.