"Una medida populista al estilo de la Venezuela chavista". De esta manera ha calificado el líder del PP balear, Biel Company, el inicio de la expropiación de 56 pisos vacíos en manos de fondos buitre en Baleares. Company ha salido a valorar el anuncio ayer del Govern por el que se inicia el trámite para poner estas viviendas a disposición del parque público de alquiler social, acusando a la presidenta Francina Armengol de llevar a cabo "una persecución a la propiedad privada". Desde Ciudadanos, la portavoz del partido, Patricia Guasp, también ha criticado que "es una medida cosmética para contentar a sus socios populistas".

"No se puede suplir la falta de política de vivienda atacando a la propiedad privada, porque genera inseguridad jurídica y frena la inversión en nueva vivienda que tanta falta hace en Baleares", ha valorado Company, insistiendo en que se trata de un modelo "chavista" y pidiendo "si ese es el modelo que quiere Armengol y sus socios de Podemos". En una línea similar ha apuntado, Guasp: "Antes de meterse con los grandes tenedores, el Govern debería gestionar mejor su parque de vivienda social".

Por su parte, El Pi ha defendido que "para conseguir más vivienda social hay muchas más medidas más adecuadas que la expropiación, como incentivos o bonificaciones fiscales a los propietarios que alquilan". "La expropiación no puede ser utilizada más que como último recurso", alertan los regionalistas.

La medida que desarrolla la Ley balear de Vivienda aprobada en 2018 supone iniciar el tramite para expropiar durante siete años 56 pisos en manos de bancos y fondos buitre que llevan más de dos años vacíos a cambio de una compensación total de 1'8 millones de euros, que equivaldría al pago de un alquiler mensual de apenas 400 euros, por debajo del valor del mercado inmobiliario en las islas, y ponerlos a disposición del parque público de alquiler social.

Podemos: "Es mejor que nada"

Mientras tanto PP como Ciudadanos han cuestionado la medida, especialmente apuntando a que se hace para contentar a Podemos, la formación izquierdista se muestra más bien cauta señalando a través de sus redes que "evidentemente es mejor que nada", pero que "está lejos de solucionar el grave problema del acceso a la vivienda en Baleares". A través de sus redes, defienden "regular los alquileres y centrarse en políticas para aumentar el parque público de vivienda social".