Expertos sanitarios alertan del aumento de intentos y conductas suicidas en niños y jóvenes en los últimos meses en Balears como consecuencia de los efectos negativos de la pandemia de la covid-19.

Tanto el coordinador autonómico de Salud Mental, Oriol Lafau, como la responsable del Observatorio del Suicidio del Servicio de Salud de Balears, Nicole Haber, coinciden en señalar en que, tras el primer estado de alarma decretado por el Gobierno para la gestión sanitaria del coronavirus, se está registrando un alza de casos graves depresivos entre los menores. La pandemia de la covid-19, que dura ya casi un año en Balears, ha traído la pérdida de trabajo para muchos adultos, la carencia de relaciones sociales y la desesperación por el futuro. Haber asegura que «cuando los adultos están mal, quienes lo notan antes son los niños y adolescentes». Estas situaciones han desembocado, según Lafau, en «cuadros de salud mental más severos en urgencias, ingresos y suicidios».

En esta ecuación de salud mental derivada de la pandemia entra el cerebro de los niños y jóvenes, que Lafau define como «esponjas» y, por ello, matiza que, cada vez, «llegan más casos con cuadros depresivos que cargan con las tristezas familiares actuales». «Nunca se piensa en un niño cuando se habla de suicidio, pero existe», asevera.

Pese a no haber datos oficiales sobre el número de suicidios en Balears en 2020, sanitarios afirman que, durante el estado de alarma decretado en marzo, en España se vivió «una situación de luna de miel». Los casos bajaron en las islas. De hecho, desde enero a mayo de 2020, sólo se notificaron 30 muertes por esta causa. A partir de ese mes, la percepción entre los expertos cambia: «Vemos más casos, que son más graves y complejos». Lafau hace hincapié en la detección de conductas suicidas. La persona suele presentar el ánimo triste, con una desesperanza más elevada de lo normal, tiende a dejar de dormir, a veces incluso de comer y, sobre todo, tiene dificultad para experimentar placer con las cosas cotidianas como, por ejemplo, salir a dar un paseo. En definitiva, siente que la vida no merece la pena.

Atención a los familiares

Una de las entidades que han colaborado con Salud en la elaboración del Plan de Prevención de la Conducta Suicida ha sido la Asociación de Familiares y Amigos Supervivientes por Suicidio de Balears (Asafib), que trabaja con grupos de familiares en Mallorca, Eivissa y Menorca.

Morell recuerda el teléfono de Afasib (657 716 340) y el de la Esperanza en Balears (717 003 717), pero ahonda en que la «posible solución va ligada a la naturalidad y permitir que se hable» sobre el suicidio». Según los expertos sanitarios, por cada suicidio consumado, se suelen registrar hasta 20 tentativas . Por ello, valoran conocer las señales de cuando alguien tiene pensamientos suicidas.

Por otro lado, cabe destacar el Plan de Prevención de la Conducta Suicida, que será presentado en un par de meses por el Govern. Se trata del primer plan regional y en él han participado más de 50 entidades para establecer medidas preventivas.