Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Camil Casanovas, Enfermero Aspirino

Camil Casanovas, Enfermero Aspirino: «Lo fundamental es ayudar a que los niños sigan siendo niños»

«Las clownsultas han venido para quedarse porque con ellas llegaremos a muchos pequeños que pasan la enfermedad en sus casas»

Camil Casanovas es el alter ego del ‘enfermero Aspirino’. Guillem Bosch

Camil Casanovas llegó a Mallorca en el año 1988 y seis años después, cuando actuaba en la calle para pagar la «comida, los pañales y el detergente para la lavadora», fue captado por Estrellita Vitamina para formar el primer equipo de payasos de hospital de este país al que poco después sumaron al Enfermero Carabasi.

¿Cómo se ha adaptado a las restricciones presenciales una actividad tan directa como la suya?

Ya lo dijo William Shakespeare, Hay que renovarse o morir. Y en las actuales circunstancias ha habido que aplicar esta máxima con mayor motivo. Además, nos lo hemos tomado con muchas ganas.

¿Qué tal ha llevado la filmación de las cápsulas clownéticas?

Bueno, tuvimos que reconvertir nuestros domicilios particulares en un set de rodaje redecorando las habitaciones, cambiando lámparas para mejorar la iluminación... Ha sido una aventura que hemos llevado a cabo con mucho humor.

¿Pueden estas alternativas reemplazar a una actuación en directo?

No, el contacto directo es impagable. Es como intentar comparar el rodaje de un telefilm con actuar en una obra de teatro. Sentir la respiración de los niños, cómo contienen el aliento, sus risas... Las actuaciones presenciales son insustituibles. Ahora bien, estos vídeos y las llamadas personalizadas han evitado que desapareciéramos de la vida de muchos niños hospitalizados.

¿Cree que estas actuaciones telemáticas han llegado para quedarse?

Creo que sí llegan para quedarse. Porque hay muchos niños que sufren patologías de largos tratamientos y muchos periodos de ellos los pasan en sus casas. Mediante esta fórmula de clownsultas podremos llegar hasta ellos, meternos en sus casas.

¿Qué es lo que ha llevado peor de esta pandemia?

Soy un payaso profesional y aparte de con la Sonrisa Médica me gano la vida actuando en colegios, fiestas de pueblo... Y todo esto se ha visto muy afectado con la consiguiente pérdida de ingresos. Además, hemos pasado más de tres meses y medio, durante el confinamiento de la primera ola, sin poder entrar en los hospitales. Eso sí era malo de llevar. ¡Menos mal que la Sonrisa Médica nos ofrece un servicio de apoyo psicológico!

¿Han necesitado los niños una mayor atención durante esta dura situación?

Los niños siempre necesitan atención y aun más los que sufren una patología severa. Por eso nuestro trabajo es fundamental para ayudar a que los niños sigan siendo niños. A que mantengan la capacidad de divertirse, de reír, de ser imaginativos.

¿Qué ha sido lo mejor que ha traído la pandemia?

Ahora nos estamos dando cuenta del apoyo de los profesionales sanitarios. Ha trascendido que la Sonrisa está pasando por dificultades económicas y todos nos están apoyando de una forma espontánea. Llevamos veintiséis años trabajando en esto y ahora estamos recogiendo los frutos de ese trabajo. Lo mejor ha sido este apoyo sanitario espontáneo y el hecho de reinventarnos. Haber podido demostrar que somos capaces de cambiar y renovarnos para poder seguir llegando a todos esos niños.

Compartir el artículo

stats