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La desescalada abre una brecha entre los sectores empresariales

Se acusa a CAEB y PIMEM de falsear el consenso

La restauración podrá reabrir sus terrazas a partir del martes. G. Bosch

La desescalada en las restricciones que el Govern aplica sobre diferentes sectores económicos está abriendo una brecha en el seno de las organizaciones empresariales, al considerar algunas que se están primando los intereses hoteleros en detrimento de otras actividades como la restauración o el comercio, y que los acuerdos que se están suscribiendo por parte de CAEB y PIMEM reflejan un consenso que en realidad es inexistente, al registrarse en las actividades más afectadas un fuerte descontento en torno a la forma en que se está procediendo a su reapertura.

La primera afirmación que comparten el portavoz en las islas de la asociación nacional de grandes empresas comerciales (ANGED), Antonio Díaz; el presidente de la patronal de comercio Afedeco, Toni Gayá; y el vicepresidente de Restauración Pimem, Helmut Clemens, es que el consenso en torno a la desescalada es «falso», ya que todas estas patronales discrepan de la forma y el ritmo con el que se está fijando la suavización de las restricciones.

Concretamente, Díaz y Clemens aseguran que el descontento existente es enorme, dado que los centros comerciales no entienden que los ciudadanos puedan tomarse una cerveza en la terraza de un bar durante un fin de semana, y en cambio no puedan acudir a una gran superficie ese mismo día para hacer sus compras, mientras que en la restauración se subraya que de hecho la inmensa mayoría de los establecimientos van a seguir cerrados debido a que en Mallorca sigue sin autorizarse la reapertura de sus interiores.

Hay que recordar que las medidas aprobadas ayer por el Consell de Govern contemplan que bares y restaurantes solo podrán abrir a partir del martes sus terrazas y además con limitaciones, mientras que las grandes superficies comerciales seguirán sin poder vender con normalidad durante los fines de semana y festivos. Precisamente por ello, las patronales de estos sectores acusan a CAEB y PIMEM de dar una imagen de consenso en torno a estas limitaciones, junto a Govern y sindicatos, que en realidad no existe.

Clemens y Gayá coinciden en que la lentitud que el Govern está aplicando en la desescalada se explica porque estas medidas cuentan con el apoyo del sector empresarial más poderoso, como es el hotelero, al que reprochan que solo se preocupe de reabrir la temporada turística sin tener en cuenta las empresas que no llegaran a esa fecha. Incluso el representante de ANGED reconoce que existe la percepción de que las grandes empresas de alojamiento respaldan la dureza de las actuales restricciones.

Por contra, el presidente de la asociación balear de ocio nocturno (ABONE), Jesús Sánchez, defiende la postura de hoteleros y CAEB pese a reconocer que cuando se permita reabrir las discotecas en verano, las restricciones que les van a aplicar van a ser tan duras que difícilmente se incluirá el baile y la posibilidad de que tengan un funcionamiento normal, que en su opinión no se alcanzará hasta las próximas Navidades.

Sánchez admite que los hoteleros defienden sus intereses, pero subraya que en este caso éstos coinciden con los del conjunto de la economía balear, y advierte de que solo se podrá retomar la actividad turística si Mallorca da una imagen de destino seguro con una cifra de contagios muy baja.

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