Nueva unanimidad en el Ayuntamiento de Palma a cuenta de los cargos políticos que se han vacunado saltándose el protocolo. El pleno de la próxima semana aprobará, con el voto de todos los grupos municipales con representación en el Consistorio, incluyendo el del PSIB-PSOE, una proposición presentada por el grupo municipal del Partido Popular, en la que se insta a la presidenta del Govern balear, Francina Armengol, y a la del Consell de Mallorca, Catalina Cladera, a la destitución «de los cargos políticos que hayan sido vacunados saltándose la prelación establecida en el protocolo de vacunación dictado por las autoridades sanitarias».

La propuesta inicial del PP fue modificada por este mismo grupo ya que en ella se exigía el cese de los «altos cargos» del Govern y del Consell, sin especificar su designación política.

El portavoz del grupo municipal del PSIB-PSOE en Cort, Francesc Ducrós, manifestó que este pronunciamiento va en la misma línea del también apoyado por su grupo en el pleno del pasado mes de enero consistente en asumir el compromiso de pedir la dimisión o destituir «de manera inmediata» a los cargos del Ayuntamiento que se salten el protocolo. Ducrós afirmó, no obstante, que quien debe determinar si alguien se ha saltado el protocolo establecido es la autoridad sanitaria, por lo que recordó que, en estos momentos, según la conselleria, nadie se encuentra en esta situación. En su intervención afirmó asimismo que el pleno del Consell de Mallorca se había pronunciado en el mismo sentido.

Según la portavoz del PP, Mercedes Celeste, «la moción recoge lo que nos piden los ciudadanos», mientras que Alberto Jarabo, de Podemos, se congratuló de que la «ejemplaridad» asumida por Cort en enero «se extienda a otras administraciones».

«Presencia» de los directivos vacunados en las residencias

Cuando tras afirmar Juli Fuster que habían «seguido escrupulosamente el orden de vacunación pactado con el Ministerio» y este diario le cuestionó la inmunización de hasta seis altos directivos de su departamento y del Consell de Mallorca cuando tocaba a usuarios y trabajadores de residencias de ancianos, el alto cargo volvió a justificar esa actuación alegando «su presencia permanente en las residencias y en los centros». Incluso admitiendo que no les tocara vacunarse el primer día de la llegada de los fármacos a Mallorca, les tocaría con los sanitarios de primera línea que se vacunaron después, matizó Fuster.