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La falta de UCI obligó a cirujanos de Son Espases a operar en las privadas

En las últimas cinco semanas equipos de cirugía cardiaca han tenido que usar hasta diez veces a los quirófanos de la Rotger y la Miramar

Imagen de archivo de una operación de corazón en el hospital de Son Espases.

La saturación asistencial provocada por la pandemia de coronavirus ha obligado al servicio de cirugía cardiaca de Son Espases, de referencia para toda la comunidad autónoma y que se postula para convertirse en un Centro, Servicio o Unidad de Referencia (CSUR) en el Sistema Nacional de Salud, a modificar sus hábitos para poder seguir operando a sus pacientes más graves.

Así, fuentes del servicio revelaron que en las últimas cinco semanas se han tenido que desplazar hasta en diez ocasiones a los quirófanos de clínicas privadas para poder intervenir a sus pacientes más graves con garantías.

La falta de camas de UCI impedía intervenir a pacientes que, tras la operación, precisan ser ingresados y estar permanentemente monitorizados y controlados en una unidad de críticos.

El jefe del servicio médico, José Ignacio Sáez de Ibarra, explicó que en las últimas cinco semanas, cuando la elevada ocupación de la UCI de Son Espases con pacientes covid-19 obligó a suspender todas las intervenciones programadas, han tenido que desplazarse en diez ocasiones a quirófanos de la sanidad privada para poder intervenir a sus pacientes de la pública.

«Hemos tenido que ir dos veces por semana. Una vez a la Miramar y otra a la Rotger. Íbamos nuestro propio equipo y operábamos en sus instalaciones, que contaban con más camas de UCI disponibles», explicaba el cirujano jefe lo que han tenido que hacer para mantener dentro de la normalidad su actividad asistencial en unos momentos en los que la covid-19 lo trastocaba todo.

Quiso resaltar Saéz de Ibarra el apoyo recibido por parte de la gerencia de su hospital, de la que aseguró que en todo momento les han puesto facilidades para poder intervenir en la citadas clínicas.

Y también alabó el trabajo de su equipo de cirujanos y ayudantes, de los que resaltó que no han dudado en acudir a intervenir a pacientes en horario de tarde para sacar un mayor rendimiento a los quirófanos disponibles.

Recientemente se ha decidido «liberar» las ocho camas de la UCI cardiaca de Son Espases, hasta hace unos días reservadas para pacientes covid-19, a raíz del descenso de enfermos ingresados con la patología respiratoria. Pero Sáez de Ibarra no las tenía todas consigo sobre si iban a poder ser reservadas para sus pacientes debido al imprevisible panorama epidemiológico.

No va a operarse tras 3 citas

«Las condiciones no son las mismas que antes. Alguna vez hemos tenido que cancelar alguna intervención porque no había camas de UCI disponibles», admitía el cirujano jefe revelando a continuación un hecho curioso: ha citado hasta tres veces a uno de sus pacientes en lista de espera para operarse y en las tres, al parecer por miedo a contagiarse por coronavirus durante su estancia hospitalaria, el enfermo ha declinado acudir a la cita.

«En otras ocasiones ha sucedido lo contrario. Con pacientes estables que estaban esperando ser operados y que nos han confesado que preferían seguir haciéndolo por la situación, nos ha parecido bien», concluyó el especialista apuntando también a una de las incógnitas de esta pandemia: que ha provocado una disminución de los infartos e ictus, entre otras patologías graves.

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