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Nace la primera moneda social de Formentera, el ‘molinet’

La iniciativa ‘Formentera 20 20’ nació el pasado año en un grupo de cinco familias de la Mola, pero en pocas semanas se han adherido unas 30 personas y tres establecimientos

Imagen promocional del lanzamiento de la primera moneda social de Formentera.

Un grupo de familias de la Mola, en Formentera, se planteó en 2020 crear una red de economía colaborativa, dentro del Sistema de Intercambio Comunitario (CES por sus siglas en inglés) que utiliza un dinero diferente al que estamos habituados. Se trata de un sistema de intercambio «alternativo, paralelo, local, comunitario o complementario», al que se accede a través de la página, www.reasred.org

En esta plataforma global se integró el proyecto ‘Formentera 20 20’, que se define como una red de economía complementaria creada por habitantes de la isla, que promueve el intercambio local de bienes, servicios y conocimientos y que utiliza como medio de intercambio una moneda social llamada ‘molinet’, en referencia a la planta endémica que crece en las dunas del litoral insular

Esta red no tiene ánimo de lucro y «existe para servir a las personas, primando la confianza y el espíritu de colaboración». Sus promotoras presentan el proyecto como «un espacio de colaboración, de intercambio que ayuda a construir una economía al servicio del bien común, dinamizando la economía local y evitando la acumulación». Añaden que estamos ante una herramienta que «potencia la creatividad, los talentos y capacidades de las personas, favoreciendo la solidaridad». Formentera 20 20 explica, en su declaración de intenciones, que fomenta «el apoyo mutuo, la ecología, la sostenibilidad, la igualdad, el feminismo y la soberanía ciudadana»

Ana Celada es la administradora de esta red y explica que todo empezó el pasado año, «cuando un grupo de familias, teniendo en cuenta la situación de crisis sanitaria, pensamos que las dimensiones de la isla permitían un proyecto de intercambio». Añade que además vieron la oportunidad de recuperar relaciones que la economía de mercado ha hecho desaparecer «como volver al origen cuando nos cuidábamos en comunidad las unas de las otras, los objetos se iban pasando, o la gente que tenía huerta intercambiaba o daba los productos, por eso ante la actual situación vimos que era necesario tejer otro tipo de relaciones para ayudarnos mutuamente».

Pantallazo de la recién creada red de intercambio comunitario, Formentera 20 20.

 Celada precisa que habla en femenino «por justicia lingüística feminista, aparte de que la mayoría somos mujeres y madres». Explica que la idea se basa en el trueque con la diferencia de que en esta red «el intercambio se produce con todas las usuarias que hay en la red y eso es posible gracias a la moneda social, que lleva ya muchos años funcionando y hay muchas en el mundo que se crearon en momentos de crisis económica o simplemente para favorecer la economía local».

Como ejemplo está el Eco que es la moneda social que utiliza la Cooperativa Integral d’Eivissa, con la que está en contacto ‘Formentera 20 20’.

Este ‘molinet’ es virtual y tiene más o menos el valor de un euro. Cada persona que se integra en la red explica sus habilidades u ofertas de objetos y sus demandas. Cuando un usuario ofrece un servicio sube la transacción a la red entonces adquiere ‘molinets’ y si se es receptor del servicio se deducen de la cuenta, por lo que puede estar en negativo o en positivo. Todos los usuarios parten de cero y el tope de ‘molinets’ es de 300. También existe la posibilidad de que sean transacciones mixtas con la moneda social y euros. Celada explica que los usuarios, antes de sumarse a la red, deben asistir a un curso formativo que se hace online. Las personas interesadas deben antes escribirse en el correo electrónico a molinetdeformentera@gmail.com. 

Añade que se muestra sorprendida por el aumento de usuarios que han tenido en las últimas semanas: «hemos pasado de unas 15 a 31 y tres establecimientos comerciales se han adherido y todo con el boca a oreja».

Una red basada en la confianza y la ayuda comunitaria

Entre las ofertas que se pueden encontrar hay un peluquero a domicilio, distintos tipos de masajes, cursos de yoga, cosméticos ecológicos e incluso un carrito de bebé. Se trata de «un espacio de colaboración y de intercambio que ayuda a construir una economía al servicio del bien común» 


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