Una parte importante del trabajo del servicio de Microbiología de Son Espases pasa en estos momentos por vigilar la llegada de las variantes sudafricana y brasileña ya que se piensa que estas mutaciones podrían reducir la eficacia de las vacunas contra la covid-19.

«No las hemos encontrado aunque seguimos buscándolas. Durante la secuenciación del genoma miramos a qué linaje pertenecen y que mutación tienen», explicó el jefe de Microbiología de Son Espases, que subrayó que esta búsqueda forma parte de su trabajo actual precisamente porque ya hay una parte de la población de las islas que se ha puesto la vacuna contra la covid-19. «Antes no tenía sentido hacerlo», diferenció.

No obstante, el jefe de Microbiología no confiaba en detectar en breve estas mutaciones al parecer más peligrosas ya que, argumentó, «con las actuales limitaciones a la movilidad, es más difícil encontrar cepas importadas de otros países». Como ya se ha dicho, los virus viajan a bordo de los aviones en un mundo cada vez más interconectado.

Coincidía también el doctor Garau en que estas variantes brasileña y sudafricana serían «más resistentes a la acción de las vacunas», por lo que estimó que la medida más idónea en estos momentos sería «vacunar lo más rápidamente posible a toda la población» recurriendo si es necesario al fármaco ruso.

El internista jefe de la Rotger quiso romper una lanza a favor de la seguridad de las vacunas contra la covid al recordar que «con más de cien millones de personas ya vacunadas en todo el mundo no se ha oído ni se ha dicho nada en contra de ellas. Si hubieran tenido efectos secundarios adversos, la noticia hubiera circulado rápidamente. Esto habla muy bien de la brutal seguridad de estas vacunas», concluyó.