Los ayuntamientos de Balears destinan, de media, 1.080,3 euros por habitante a servicios a la ciudadanía, mientras que reclaman a los vecinos 1.102,5 euros por vía tributaria, lo que implica que devuelven 22,2 euros menos de lo que recaudan a través de impuestos. Así lo recoge el último informe de la Sindicatura de Comptes sobre la consolidación de cuentas de las entidades locales de las islas, correspondiente al año 2018.

En ese ejercicio, el 33,9% de los ayuntamientos devolvieron a la ciudadanía más de lo que le reclamaban, algo que puede suponer un problema de sostenibilidad para estas administraciones en el futuro dependiendo de cómo se financie este desequilibrio.

Los municipios que más dinero devuelven a la ciudadanía en relación al peso de los impuestos son Costitx, que devuelve el 135,1% de lo que recauda; Formentera (133,5%); Es Migjorn Gran (130,9%); Lloret de Vistalegre (125%) y Ferreries (123,4%).

En cambio, un 14,3% de los ayuntamientos devuelven menos del 70% de lo que reclaman vía impuestos, algo que, avisa la Sindicatura, «puede menguar la función redistributiva y de estímulo económico de estos municipios». Los municipios con menos retorno para los ciudadanos son Selva (44,4%), Ariany (53,1%), Algaida (60,4%), Andratx (62,1%) y Ses Salines (63,8%).

Áreas sin ningún servicio directo

La Sindicatura resalta que en el caso de Ariany y Selva, mientras que retornan a los contribuyentes menos de un 60% de los tributos que recaudan, dedican más de la mitad de su gasto a funciones de gobierno, de apoyo administrativo o asistencia técnica a la organización, es decir, áreas que «no suponen ningún servicio directo a la ciudadanía». Por ello, el organismo fiscalizador recomienda valorar posibles medidas racionalización en estas localidades.

La Sindicatura vuelve a alertar además de la excesiva solvencia de los ayuntamientos a corto plazo, debido a la acumulación de remanentes por la regla de gasto.