El esperado descenso en los contagios de coronavirus en Balears después de unos duros diciembre y enero alienta el temor sobre la relajación de las restricciones, que la OMS pide mantener, mientras que otras autonomías empiezan ya a ablandar sus medidas.

Sabemos a estas alturas que las nuevas cepas del coronavirus suponen una preocupación importante, sobre todo la británica, más presente en Balears, porque van a una velocidad mayor en la forma de transmisión, lo cual aumenta la presión asistencial y podría colapsar el sistema sanitario si no se mantienen las restricciones y no se empieza a vacunar más rápidamente. El hecho de que las nuevas variantes tengan muchas mutaciones nos plantea el desafío que ni siquiera con el avance de la vacunación podamos controlarlo. Eso marca que ya no estamos en la misma pandemia que al inicio. Por ello, debemos seguir vacunando a un ritmo mucho más elevado para disminuir el efecto de las mutaciones.

Es necesario con todo ello, prudencia ya que no hemos terminado el camino necesario hacia un covid cero, tipo Australia. España, por un lado, tiene una incidencia acumulada aún muy alta. Balears está cada día mejor, aunque Eivissa tiene unas cifras muy elevadas aún. Lo peor que podemos hacer es relajar las medidas y volver apresuradamente a una desescalada tipo junio, donde buscar el salvar el verano nos abrió a una dinámica equivocada de querer llenar de turistas bajo una situación que no estaba suficientemente controlada a pesar de tener una incidencia acumulada menor de 10.

España y Balears deben bajar su incidencia acumulada a 25, es decir, reducirla más de 15 veces España y menos de 10 Balears. Todo el mundo sueña con Australia. Las imágenes retransmitidas por televisión de las gradas abarrotadas de un público sin mascarilla durante el torneo de tenis de Adelaida resultan impensables en cualquier otro lugar del mundo. El éxito en la gestión del coronavirus en Australia se basa en la aplicación más estricta de las medidas de contención y control: el cierre de fronteras internacionales, los confinamientos y restricciones de movilidad, el respeto por mantener la distancia y la cantidad de test realizados a la población.

Mallorca sitúa su incidencia acumulada en bajada desde hace semanas, pero con una ligera tendencia a la estabilización en los últimos días en la disminución progresiva de los nuevos contagios. Por incidencia acumulada, la situación de Mallorca es similar a la que tenía la isla durante el pasado mes de octubre, aunque ahora las restricciones a la movilidad, al comercio y a la restauración son mucho más severas que entonces, pese a la desescalada en centros comerciales y gimnasios principalmente. La incidencia acumulada en 14 días en el conjunto de las islas es de menos de 200 casos por 100.000 habitantes, con el máximo en Eivissa, donde se sitúa en más de 600 y el nivel más bajo en Menorca, con algo más de 100, mientras que en Mallorca se acumulan alrededor de 125 diagnósticos por cada 100.000 residentes en dos semanas y en Formentera hay más de 175.

El hecho de la decisión de otras Comunidades Autónomas de relajar sus medidas, es creo yo, bastante irresponsable. Nos jugamos mucho y levantar demasiado rápido las restricciones, nos puede llevar a una cuarta ola. Varias autonomías han anunciado que ablandarán las restricciones más duras, como Madrid, Extremadura, Andalucía, Murcia, Galicia, Castilla La-Mancha, País Vasco, por decisión judicial de un «juez» que pone en riesgo la salud por desconocimiento de lo que significa la epidemiología, mientras que otras han decidido prorrogar, como en el caso de la Comunidad Valenciana o Castilla y León.

Y hay algunas lecciones de la evidencia científica que necesitamos poner encima de la mesa, son:

1- La apertura de locales de hostelería (espacios cerrados) es motivo de discusión en todo el mundo. Hay estudios que demuestran que los sitios cerrados, donde no se ventila adecuadamente, los contagios se multiplican, por mucho que se respeten los aforos y las restricciones. El riesgo es diez veces superior en locales cerrados y eso es algo que está demostrado. Ademas, hay preocupación por la expansión de la variante inglesa, y el riesgo inherente a los espacios cerrados donde no se usen mascarillas. Una solución alternativa para bares y restaurantes podría ser abrir las terrazas de los establecimientos, pero siempre controlando la ventilación y los niveles de concentración de CO2.

2- Para aligerar las medidas actuales, otra solución sería seguir más estrictamente las cuarentenas a rajatabla, algo que no se está haciendo; un confinamiento de forma que el aislamiento para quienes han tenido contacto con un positivo se mantenga diez días

3- Hay excelentes noticias sobre las vacunas, ya que de los 523.000 israelíes vacunados con las 2 dosis de vacunas: solo hay 544 casos de covid-19. Tan solo 4 casos de covid-19 grave. Y hay 0 fallecidos. Y además, las vacunas ARNm parecen muy seguras. Así, se han registrado 66 casos de anafilaxia (47 con Pfizer) de un total de 18 millones de dosis administradas, lo que supone un 0,00000003 % de las dosis analizadas y ningún fallecido. Sin embargo, la vacuna adenoviral de AstraZeneca no parece resultar eficaz frente a la variante sudafricana B.1.351 a la hora de prevenir la covid-19 leve-moderada. Y además, las vacunas testadas frente a la variante sudafricana o no tienen eficacia (AstraZeneca), o la tienen al 50-60% (J&J y Novavax). La variante es también resistente a anticuerpos.

4- Y sobre la vacuna española tan esperada, el trabajo va avanzando poco a poco, aunque es necesario tener todavía un poco de paciencia antes de tener una vacuna que pueda distribuirse y que pueda aplicarse a las personas. Hay que recordar que España nunca ha comercializado una vacuna producida aquí.

5- Sobre las variantes: La variante inglesa B.1.1.7 sabemos que es más contagiosa, y por ello (más contagios y más hospitalizados) también podría ser entre un 30-70% más letal. La variante sigue expandiéndose, llegando ya a más de 80 países. Un artículo preprint (que necesita revisión por pares) sugiere que la variante inglesa del coronavirus (B.1.1.7) sería entre un 43% y un 82% más transmisible que las variantes preexistentes. Y que hay un anuncio preocupante de la OMS de dice tener informes de personas que se reinfectan con la nueva variante sudafricana B.1.351. Las personas que pasaron la infección podrían volver a infectarse. Y por último, un ejemplo claro de la capacidad de esta variante se observa en Corzano, una localidad de Brescia en Italia, en la que un 10% de la población tiene la variante inglesa, siendo la gran mayoría niños de escuela infantil y primaria, y sus respectivos familiares.

6- Y sobre tratamientos: La ciencia se afana en encontrar tratamientos (algunos en fase preclínica y otros en clínica) para la infección covid-19: dexametasona, tocilizumab, sarilumab, bamlanivimab, etesevimab, plasma del convaleciente, colchicina, molnupiravir, EIDD-2801,.... Además, el tratamiento profiláctico con anticoagulantes en pacientes covid-19 admitidos en hospital, se asocia con un 30% menos de mortalidad a 30 días, y sin efectos adversos de sangrado. También es importante decir que la dexametasona está teniendo un gran impacto en el tratamiento de la covid-19, con una estimación (de julio a diciembre de 2020) que sugiere que este fármaco ha podido salvar una media de 12.000 vidas en el Reino Unido, y unas 650.000 en todo el mundo. Y la combinación de tocilizumab, un fármaco usado para tratar la artritis reumatoide y la dexametasona, puede reducir a casi la mitad las muertes en los pacientes más graves con covid-19 según el ensayo clínico Recovery.

7- Medidas ligadas a la estrategia covid cero. Por una lado Hong Kong, por un caso positivo, hizo obligatorio hacer test a todos los residentes del bloque de vecinos. Y en Perth, ciudad de más de 600.000 habitantes, entró en confinamiento estricto tras detectarse 1 caso positivo. Medidas rápidas y contundentes.

8- Esperar a la temporada estival, como objetivo, para salvar la economía una vez que esté avanzada la campaña vacunación y se sepa el efecto que puede suponer el virus sobre los no vacunados, en caso de los asintomáticos contagiosos. Ahora mismo no conocemos aún si ninguna de las vacunas actuales protege de los contagios, y que lo importante son los grupos de máximo riesgo, como los mayores, que aún no han sido inmunizados.

En definitiva, levantar restricciones demasiado rápido, nos puede llevar a una cuarta ola. Mientras tanto, es necesario que los sectores más afectados tengan ayudas directas para disminuir el impacto que tiene la pandemia en sus negocios. Y ante todo, Prudencia, Coherencia y Evidencia, juntas, son la clave.