El Ayuntamiento de Llucmajor confirmó ayer que el expediente de Urbanismo relativo a la sede de Globalia no está cerrado. Alega que solo lo puede consultar la empresa. Así da la razón al propietario de un local en el complejo, que denuncia que carece de final de obra, por lo que va a emprender acciones legales.

El dueño de uno de los locales en la sede mallorquina de Globalia, por el que pagó unos 500.000 euros, se siente perjudicado porque el inmueble que compró en 2016 no cuenta con certificado del final de obra ni cédula de habitabilidad. Se dio cuenta hace cuatro meses, cuando un posible inquilino se interesó por su local y llegó a un acuerdo de alquiler que incluía reforma. El ingeniero que contrató procedió a solicitar información para el proyecto y las licencias, pero se encontró con que el ayuntamiento de Llucmajor le comunicó que no había final de obra ni cédula de habitabilidad.

El propietario del local ha intentado que Globalia Activos Inmobiliarios solvente las irregularidades como empresa promotora, sin que hasta ahora le haya respondido favorablemente.

El consistorio de Llucmajor se limitó ayer a señalar que el expediente está abierto y solo Globalia o los técnicos de Urbanismo lo pueden consultar.

En la sede de Globalia en el polígono de Son Noguera, abierta en 1998, se hizo una ampliación en 2010 y se vendieron espacios para uso comercial. El complejo ha servido de aval para el préstamo de la SEPI por 475 millones a Air Europa.

El propietario perjudicado presentará la semana que viene una demanda contra Globalia y, si el Ayuntamiento no responde a la instancia que ha presentado pidiendo copia de las licencias de obra, interpondrá solicitud de cierre de los locales comerciales sin ellas.