El presidente de la Asociación de Empresas Náuticas de Balears (AENIB), Jaume Vaquer, se felicitó porque el sector sorteó los embates de la covid en 2020, pero anticipó un 2021 «menos benévolo» por la situación tan prolongada. «El sector ha salvado los muebles en 2020 gracias a la seguridad que ha sido capaz de transmitir a la sociedad frente a la pandemia. Aunque una parte del sector tiene una fuerte dependencia del turismo, la náutica ha sido percibida como un refugio por muchos usuarios, ya que se ha demostrado que el mar es seguro. Esto es una gran victoria porque hemos implementado con éxito todos los protocolos higiénico-sanitarios», analizó Vaquer.
Superada la «incertidumbre» de los primeros meses de la emergencia sanitaria, el sector emergió en junio. «Nos encontramos con una apuesta en masa por la náutica como espacio seguro por parte de la sociedad. Así lo confirma la evolución de las empresas a lo largo de 2020», destacó el presidente de AENIB.
Más de un millar de embarcaciones de recreo se matricularon en Balears el año pasado, comunidad que concentra casi el 20% de las matriculaciones registradas en España, y una cuarta parte del mercado de alquiler de embarcaciones, según datos de la Asociación Nacional de Empresas Náuticas (ANEN).
El reto ahora es cómo afrontar la próxima temporada alta. «El sector es maduro y tiene pulmón para aguantar los envites a corto plazo, aunque la incertidumbre impide a las empresas prepararse. Se ha anunciado que la intención es que el 1 de junio comience la temporada, pero lo cierto es que no podemos prepararnos para este escenario porque es imposible prever cuál será la situación en esa fecha», indicó Vaquer, que expresó su confianza en que las empresas del sector «puedan soportar lo que traiga este 2021, que seguramente no será tan benévolo como 2020».
«Auguro un 2021 complicado», sentenció el presidente de la patronal náutica balear.