El pleno del Consell de Mallorca aprobó este jueves una moción donde se exige a la presidenta de la institución, Catalina Cladera, que destituya a la directora de Gent Gran, Sofía Alonso, por vacunarse el primer día que llegaron las vacunas contra la covid-19 a Mallorca en la residencia de la calle Oms de Palma, junto con otros cinco cargos del IB-Salut. 

Lo que ocurre es que la presidenta y su equipo del PSIB-PSOE ya anunciaron que no piensan acatar el mandato del pleno de la institución insular y Alonso seguirá en su puesto.

Este acuerdo de pleno deja bastante tocadas las relaciones entre los socios del Pacto de Izquierdas en el Consell de Mallorca. La moción era una iniciativa de Ciudadanos, modificada por el PP, que Més per Mallorca apoyó y Podemos se abstuvo, con lo que dejaron solo al PSIB-PSOE en su defensa de Alonso. Los nacionalistas votaron a favor de la destitución de Sofía Alonso con PP, Ciudadanos, El Pi y Vox y ganaron la votación.

Pese al mandato explícito de un acuerdo de pleno del Consell, el equipo de la presidenta Cladera tiene claro que no acatará el resultado de una votación con mayoría. El conseller y presidente del Institut Mallorquí d’Afers Socials (IMAS), Javier de Juan, explicó que Alonso no será cesada, ya que los nombramientos son potestad de la presidenta y argumentó que Alonso no incumplió el protocolo de vacunación cuando se inmunizó en la residencia Oms/Sant Miquel. De Juan explicó que la directora de Gent Gran «trabaja visitando residencias cada día» y, por consiguiente, entra dentro de los parámetros de vacunación establecidos en aquellos momentos.

Crisis en el Pacto de Izquierdas

Tras la votación, el PSIB-PSOE acusó a sus socios de Més de «deslealtad» y su portavoz, Andreu Alcover, aseguró que «habrá que sentarse a hablar sobre la situación del Pacto». Durante el debate se tuvo que realizar un receso y se vivieron momentos de tensión entre los socios que gobiernan en el Consell, incluido un careo entre el socialista Alcover y el portavoz de Més, Guillem Balboa.

El nacionalista recordó que su partido ya pidió el cese de Alonso a sus socios y, por ello, rechazó las acusaciones de deslealtad. Balboa indicó que apoyaron la moción ante «la desconfianza que generan estas actuaciones ante la ciudadanía»

La moción fue modificada sobre la marcha y se introdujo la exigencia del cese de Sofía Alonso a instancias del PP. El PSOE, para contrarrestarla, introdujo una enmienda en la que se instaba a los cargos públicos a vacunarse cuando les corresponda. Con ello, los socialistas consideran que Alonso no debe ser destituida, ya que se vacunó cuando le tocaba.

Beatriz Camiña (Cs), Guillem Balboa (Més) y Llorenç Galmés (PP) coincidieron en que «la presidenta Cladera tiene un mandato del pleno que debe cumplir y es la destitución de Alonso. No hacerlo sería injustificable».

Camiña defendió la iniciativa apuntando que las «vacunas que se inyectaron los cargos eran para las personas vulnerables». La portavoz naranja aseguró que en caso de que no se cumpla el mandato pedirán una moción de confianza contra la presidenta Cladera.