El plan del Govern de mantener las restricciones que pesan sobre la restauración hasta finales de este mes y suavizar las que recaen sobre el gran comercio urbano a partir del próximo domingo no está gustando ni a patronales ni a sindicatos, que han comenzado ya a expresar el malestar con el que están acogiendo esta decisión. Eso puede provocar que la Mesa del Diálogo Social que se va a celebrar esta semana, de la que estas organizaciones forman parte, sea la más tensa de las que se han registrado hasta el momento, según se reconoce.

La propia presidenta del Govern, Francina Armengol, confirmó ayer en el Parlament que la desescalada podría comenzar por los grandes establecimientos comerciales urbanos porque el riesgo de esta actividad es menor que la de otros sectores, medida que se aprobará el viernes en el Consell de Govern. Se deja de lado por ahora la reducción de las limitaciones de actividad en restauración o gimnasios. Esta decisión no ha sido acogida favorablemente ni en las organizaciones empresariales ni en las sindicales, aunque los motivos sean distintos. La mayoría subraya el agravio que supone el que grandes empresas comerciales puedan ir retomando paulatinamente su actividad normal, mientras que un gran volumen de pequeños negocios familiares (bares y restaurantes) sigan obligados a permanecer cerrados, más allá de los servicios de productos para llevar.

En cualquier caso, el director general de Comercio, Miguel Piñol, que ayer se reunió con las patronales del sector tradicional, Afedeco y Pimeco, insistió a los responsables de estas organizaciones que todavía no se ha tomado una decisión en firme.

El presidente de PIMEB, Jordi Mora, recordó ayer que la restauración «lo está pasando muy mal porque las ayudas que recibe son insuficientes», y defendió que, aunque sea de forma suave, este sector pueda iniciar ya su desescalada a partir de este fin de semana.

Sobre este punto, consideró «difícil de justificar» que los grandes comercios de Palma sí puedan incrementar su actividad y al mismo tiempo no se permita a los establecimientos de comidas y de bebidas hacer lo mismo, al menos en las terrazas donde el servicio se presta al aire libre.

La patronal CAEB también defendió ayer que se estudie iniciar la desescalada en aquellos sectores a los que se ha obligado a cerrar, tanto en el sector del comercio como en el de la restauración o gimnasios, con las medidas de seguridad adecuadas.

El secretario general de UGT en las islas, Alejandro Texías, se sumó a las voces que defienden que, si los datos sanitarios lo permiten, la restauración debería poder iniciar también una paulatina recuperación de su actividad habitual, aunque en una primera fase sea solo en terrazas y en horario restringido.

En este aspecto, señaló también su extrañeza ante el hecho de que grandes empresas comerciales se sitúen en el puesto de salida de la desescalada, al considerar que los locales de restauración también podrían hacerlo incluso con más seguridad que los primeros si se adoptan las medidas adecuadas.

CCOO y los datos sanitarios

El secretario general de CCOO, José Luis García, mostró su disconformidad con el plan de desescalada expuesto por el Govern, aunque por motivos diferentes. En este caso, no defiende la necesidad de que la restauración inicie ya su desescalada, sino que cuestiona que se flexibilicen las restricciones en el gran comercio urbano cuando los datos de ocupación hospitalaria siguen siendo muy altos y además está el riesgo de una extensión de la cepa británica del coronavirus.

Incluso puso en duda que pueda resultar más seguro acceder a grandes almacenes urbanos que a otras grandes superficies situadas en la periferia o fuera de Palma.

Por ello, advirtió de que no es admisible que se cierren sectores empresariales por motivos sanitarios y en cambio se reabran por cuestiones económicas, dado el efecto demoledor que tendría una cuarta ola del coronavirus en Balears.

Los presidentes de las patronales del pequeño comercio Afedeco y Pimeco, Toni Gayà y Antoni Fuster respectivamente, que han venido admitiendo que la reapertura de los grandes comercios urbanos podría dinamizar los principales ejes comerciales, lamentaron que por el contrario no se prevea flexibilizar ya las restricciones en bares y restaurantes, alegando que son fundamentales para atraer al público a estas zonas, y defendieron también la reapertura de sus terrazas.

El ocio nocturno acusa al Ejecutivo balear de tenerlo abandonadoY

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El presidente de la asociación balear de discotecas y salas de fiestas (ABONE), Jesús Sánchez, acusó ayer al Govern de haber abandonado a las empresas de su sector, al negarse a mantener ningún tipo de reunión con ellos para planificar su posible desescalada o un plan de ayuda específico.

Jesús Sánchez no ocultó el riesgo que esta actividad tiene a la hora de volver a abrir, pero lamentó especialmente que no se plantee un plan de ayuda para garantizar su supervivencia. En este sentido, indicó que si finalmente se ha dejado a las empresas de ocio nocturno acceder a la ayuda de 1.500 euros mensuales ha sido gracias a la mediación de los responsables de la patronal CAEB, pero puso de relieve que esa inyección económica es totalmente insuficiente para sostener al sector.