Las presiones para que la restauración inicie ya su reapertura parcial van en aumento, al considerar desde algunas patronales y sindicatos que su desescalada es más urgente que la de los grandes comercios. Sin embargo, el plan que está manejando el Govern contempla que en este caso se espere hasta finales de este mes, e incluso manteniendo todavía unas limitaciones muy fuertes.

Fuentes empresariales indican que de sus conversaciones con representantes del Ejecutivo autonómico se desprende que la reactivación de bares y restaurantes se va hacer en horario restringido (las primeras horas de la mañana y al mediodía para servir desayunos y comidas, pero evitando los momentos «de copas») y con fuertes restricciones de aforo, que podría limitarse a las terrazas.

Sin embargo, tanto el presidente de la patronal PIMEM, Jordi Mora, como el secretario general de UGT-Hostelería, Antonio Copete, no ocultan que, siempre condicionado a que los datos sanitarios lo permitan, ven más lógico dar prioridad a la restauración al considerar que es más fácil aplicar controles en los pequeños locales que en los grandes comercios, y que estas empresas tienen una situación financiera más débil.