Ni Govern ni Consell de Mallorca, en sus respectivos comunicados oficiales con motivo del inicio de la vacunación contra el covid-19 en Balears, revelaron que en ese debut aprovecharon para vacunarse también hasta al menos seis altos cargos de ambas instituciones.

Como se recordará, el pasado domingo 27 de diciembre comenzó la vacunación contra el coronavirus en la residencia de ancianos de Oms/Sant Miquel. Y comenzó allí porque Balears, junto al resto de las CC AA, había pactado previamente en el Consejo Interterritorial de Salud qué colectivos tenían que ser los primeros en inmunizarse por su mayor fragilidad ante el virus.

En ese acuerdo se estableció, tal y como se aprecia en el documento reproducido bajo estas líneas, que la estrategia de vacunación contemplaba varias etapas. «En la primera etapa, definida por la disponibilidad de una cantidad limitada de dosis,se han priorizado los siguientes grupos de población», rezaba literalmente señalando claramente a «residentes y personal sanitario y sociosanitario que trabaja en residencias de personas mayores y de atención a grandes dependientes» como el primer colectivo que debía ser inmunizado.

Es decir, dado que ya se anticipaba que el suministro de vacunas no iba a ser lo fluido que se esperaba, se establecía que los primeros en vacunarse debían ser los usuarios de residencias y los trabajadores de las mismas que les atienden diariamente.

Comunicado emitido el 27/12.

Un perfil en el que difícilmente encajan la directora insular de Mayors del Consell, Sofía Alonso; la subdirectora de Atención a la Cronicidad, Angélica Miguélez; el coordinador de la campaña de vacunación, Carlos Villafáfila; el gerente de Atención Primaria de Mallorca, Miquel Caldentey; la directora de enfermería de este nivel asistencial, Consu Méndez, y otra subdirectora de enfermería de Primaria, Noelia Martín.

Esta vacunación temprana en unos momentos en los que las vacunas estaban reservadas para el ámbito de las residencias de ancianos en las que, hasta el momento, han fallecido 252 personas en Balears según los datos de ayer, echarían por tierra la coartada del IB-Salut para avalar la vacunación de sus altos cargos.

Como se recordará, la directora asistencial de este organismo, Eugenia Carandell, ha justificado por activa y por pasiva estas vacunaciones alegando que se trataba de personas que «trabajan en la gestión directa de la pandemia». Pero ha olvidado matizar que ese supuesto solo está contemplado en la segunda fase de la estrategia de vacunación acordada para este país. Cuando, tras vacunar a las residencias, se procediera a hacerlo con los profesionales sanitarios que luchan en primera línea contra la covid.

Comunicado emitido el 27/12.

Por tanto la vacunación de estos altos cargos, a no ser que acrediten que trabajan día a día en las residencias de ancianos es, cuando menos, irregular. Y buena prueba de esa irregularidad es que en las notas oficiales emitidas por ambas instituciones el día en que se produjo se omitió ese dato.

En el comunicado del Govern se decía textualmente que «esta mañana, el Servei de Salut ha recibido las vacunas y, esta tarde, profesionales de Atención Primaria se han desplazado a la residencia Oms-San Miguel donde se ha preparado un dispositivo para llevar a cabo la vacunación de los usuarios. En total, han sido vacunados 55 residentes y 79 trabajadores del centro».

Acuerdo nacional que deja bien claro quién debe vacunarse en primer lugar.

Alonso agradeció la prioridad

En la nota del Consell se explicaba que la directora insular de Gent Gran, Sofía Alonso (una de las vacunadas), «ha agradecido al Servei de Salut que haya priorizado el personal y usuarios de las residencias en este hecho histórico que es la primera vacunación en la comunidad autónoma».

Villafáfila reveló que se tuvo que vacunar a sanitarios para no malograr dosis pero omitió que se le puso a él

Asimismo, este diario entrevistó dos días después a Carlos Villafáfila y en el transcurso de la conversación el responsable de la vacunación en Balears revelaba que «el pasado domingo (por el día 27/12) se tuvo que vacunar en la residencia de Sant Miquel a unas personas a las que no estaba inicialmente previsto hacerlo, para evitar que se desperdiciaran algunas dosis contra el coronavirus.

Y luego, textualmente, afirmó que «se había citado a profesionales que atienden a la residencia que finalmente no se presentaron, por lo que tuvimos que vacunar a los sanitarios que acudieron al centro para evitar que se malograran algunas de las dosis recibidas», explicó Villafáfila omitiendo un pequeño dato: que él era una de esos vacunados.

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Avelina Serrano, de 94 años, primera vacunada contra la covid-19 en Baleares EFE