Los arrendatarios de Aena están viviendo un auténtico «drama» y ayer se hizo realidad su peor pesadilla, cuando recibieron las facturas del alquiler correspondiente al ejercicio 2020. Ni siquiera se ha condonado a las tiendas de los aeropuertos la renta entre mediados de marzo y finales de junio, durante el estado de alarma en el que todo estuvo cerrado. Le reprochan al ministro José Luis Ábalos que no se haya cumplido su anuncio al principio de la pandemia, cuando dijo que no se les cobrarían esos meses.

Las tiendas del aeropuerto han estado negociando con el gestor aeroportuario para llegar un acuerdo. Ayer se cumplía el plazo de Aena para que aceptaran sus condiciones: el pago de los alquileres completos de enero al 14 de marzo, su suspensión desde esa fecha hasta la tercera semana de junio (estado de alarma) y el 50 % de las rentas los meses siguientes y hasta principios de septiembre de 2021. A cambio, los arrendatarios debían renunciar a iniciar acciones legales contra el gestor que preside Maurici Lucena.

Cabe recordar que el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, declaró en marzo pasado que se condonarían los alquileres durante el estado de alarma tanto en los aeropuertos como en las estaciones de trenes.

«Ni siquiera han esperado al 2 de febrero, las facturas tienen fecha del día 1», explica un empresario que regenta locales comerciales en Son Sant Joan.

La situación más complicada la enfrentan las pymes presentes en los aeropuertos. Detrás de estas facturas que no van a poder pagar, tras un año con una caída del 90 % en sus ingresos comerciales, vendrá la ejecución de los avales, y en el peor caso el preconcurso de acreedores, con su patrimonio familiar en juego. Es el caso de Zea Retail, empresa con 13 locales en la red de Aena, tres de ellos en Son Sant Joan donde el cierre del módulo D ni siquiera les ha permitido abrir alguna de sus tiendas (también la franquicia de Es Rebost, presente en esa terminal se ve afectado por esa clausura. Y otro tanto le ocurre a Zea Retail en el aeropuerto de Eivissa, se les pasó el verano viendo «hibernar» su negocio en un área clausurada por decisión de Aena.

Tampoco las grandes empresas presentes en los aeropuertos, como Duty Free o Areas —este operador ganó la concesión de 23 de los 33 locales en el último concurso del aeropuerto de Mallorca —, han firmado el acuerdo ofrecido por Aena, se asegura.

Lluvia de demandas

Algunos de los arrendatarios han recibido la carta «amenazante» de Aena para que aceptaran el acuerdo, a otros ni siquiera les ha llegado esa misiva, pero sí las facturas de todo el año 2020 (otra empresa a la que también se las han remitido es a las tiendas de prensa Relay, de Lagardère Travel Retail).

Los aeropuertos de la red de Aena cerraron el año pasado con 76 millones de pasajeros, con una caída del 72 %, que en el caso de Son Sant Joan roza el 80 %, con solo 6 millones de pasajeros frente a los casi 30 millones de viajeros de 2019.

Los arrendatarios avisan de que ahora «van a llover muchas demandas de gente que estaba esperando las facturas». Sin viajeros, no hay ventas.

Pagar el 30%de facturaciónen un año sin viajeros

Las tiendas del aeropuerto pagan a Aena alrededor de un 30 % de la facturación en concepto de alquiler, pero en 2020 no tuvieron apenas pasajeros. Por ejemplo, en Son Sant Joan, McDonalds, según la última licitación comercial, tenía que pagar un mínimo de 3,5 millones anuales a partir de enero de 2021. Un pequeño comercio, 300.000 euros y un mostrador, 150.000 euros. Afectados por la postura de Aena, empresa con un 51 % en manos del Estado, se están uniendo a través de la Asociación de Operadores Comerciales de Aeropuertos, pendiente de su registro, para plantar cara juntos al gestor.