El Govern está molesto con la delegada del Gobierno en Baleares, Aina Calvo. Las críticas en tripartito de izquierdas se suceden contra la delegada por la gestión de la última protesta contra el cierre de la hostelería, que el sábado acabó degenerando en una macrofiesta frente al Consolat, con música, bailes y sin respetarse las distancias ante la pasividad de Delegación de Gobierno.

«Pedimos máxima colaboración de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado», deslizó ayer la portavoz del Govern, Pilar Costa. Una afirmación detrás de la que se oculta un profundo malestar en el Ejecutivo que lidera Francina Armengol en el que coinciden los tres partidos que lo integran, PSIB, Podemos como Més, según fuentes del Pacto.

Las críticas apuntan a Calvo por haber permitido por tercera semana que tuvieran lugar aglomeraciones en las protestas pese a sólo haberse autorizado su recorrido en coche y que los cuerpos policiales no actuaran ante el incumplimiento de los convocados por la plataforma Resistencia Balear, contra la gestión de la pandemia por parte de Armengol.

«Comprendemos el descontento, pero no se puede poner en riesgo la salud», se expresaba ayer en la rueda de prensa posterior al Consell de Govern, la portavoz del ejecutivo, Pilar Costa, sobre la tercera protesta por el cierre de la hostelería que tuvo lugar el sábado, derivando en una fiesta improvisada con música y baile, pese a que sólo se había autorizado su recorrido en coche. «El Govern no puede apoyar de ninguna manera que se haga de forma ilegal, sin autorización y con aglomeraciones con las que ponen en riesgo su salud y la de los demás», dijo la portavoz.

«No tiene sentido que mientras se toman medidas muy duras para evitar aglomeraciones y situaciones de riesgo, tengan lugar este tipo de situaciones», apuntó Costa, que quiso subrayar que «no es que no puedan manifestar su descontento, pero deben hacerlo como ha sido autorizado».

«No nos gusta con otros fines»

Quien también se pronunció sobre la manifestación fue el grupo musical Ska-p, cuya canción Somos la revolución sonó al final de la protesta frente al Consolat. A través de sus redes sociales, Ska-p hizo referencia a la letra de su canción: «Sí señor, sí señor, tu enemigo es el patrón». «¿Es tan difícil de comprender?», preguntaron, señalando que se trata de «un llamamiento a la unión y la lucha de la clase obrera»: «No nos gusta que la utilicen con otros fines», quiso dejar claro y desmarcarse de la protesta el grupo musical.