«Al final, habrá más vacunados por chanchullos que por el protocolo». Todavía no se conocía la polémica del obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, cuando pronunciaba estas palabras el portavoz de Més, Miquel Ensenyat. Tanto Podemos como Més exigían ayer al Govern, del que ambas formaciones forman parte, que haga «un ejercicio de transparencia» y de que haya «tolerancia cero con las personas que se saltan la cola de la vacunación». «No nos consta, pero como aquí se pone en duda la integridad, queremos dejar claro que si ocurre nuestra formación será contundente», avisaban desde Podemos. «No sería aceptable que que hubiera gente que se vacunara fuera de los protocolos y evidentemente estaremos vigilantes», avisaban desde Més.

«No hay altos cargos que se hayan vacunados», trató de zanjar la discusión política con una negativa rotunda la portavoz del PSOE en el Parlament, Silvia Cano, después de que sus socios ecosoberanistas reclamaran este fin de semana conocer qué altos cargos se habían vacunado y que Salud rechazara dar esa información alegando la «confidencialidad» de los datos personales.

Pese a que no consta más que la vacunación de algunos directores de los hospitales públicos de las islas, los últimos casos han puesto bajo la lupa al resto de cargos del Govern. La portavoz del ejecutivo, Pilar Costa, garantizaba ayer que «ningún miembro del Govern se ha vacunado fuera de los protocolos» y pedía «no sembrar sospechas» sobre el actual plan de vacunación.

Más allá de posibles casos de altos cargos o cargos de confianza que se hayan saltado el protocolo, la vacunación será uno de los principales temas a los que tendrá que responder la presidenta del Govern, Francina Armengol, en su comparecencia de hoy en el Parlament. «¿Hay plan de vacunación? Porque parece que el Govern se ha dado cuenta que le han llegado la mitad de vacunas en el momento en que las ha recibido», preguntó el portavoz adjunto del PP, Toni Costa.

«Pediremos explicaciones sobre si hay cargos de confianza que se hayan vacunado, sería corrupción, ya que se prevalecerían de su cargo para saltarse la cola», expuso desde Ciudadanos, Patricia Guasp.

«Conducta egoísta»

La polémica por la vacunación del obispo de Mallorca tuvo ayer la reacción del Gobierno en boca del ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, quien criticó al prelado por un gesto «feo» y una «conducta egoísta, totalmente inaceptable»