Los trabajadores fijos discontinuos van a poder seguir cobrando la ayuda extraordinaria creada para compensar la crisis del coronavirus hasta el 31 de mayo, en lugar de concluir a finales de este mes como estaba previsto. Por ello, se va a dar la posibilidad a las empresas de aplazar su llamamiento hasta esa misma fecha, dando así seguridad jurídica tanto a los empleadores como a los asalariados. En cualquier caso, ello supone asumir que la Semana Santa de este año puede darse por perdida desde el punto de vista turístico para la mayor parte del sector y que no será hasta junio cuando pueda darse una reactivación.

Estos temas, junto al aplazamiento de las cuotas a la Seguridad Social para empresas y autónomos, centrarán la reunión de la Mesa del Diálogo Social que se celebra esta mañana, y en la que participa el Govern, patronales y sindicatos de las islas. En ella se expondrán estas iniciativas reclamadas desde las islas y aceptadas por el Gobierno central.

Ambas cuestiones son de un calado enorme a la hora de soportar la paralización de la actividad económica que se está dando en muchas actividades, según reconocen los agentes sociales.

Hay que tener en cuenta que la cifra de fijos discontinuos de las islas se estima en unos 80.000, una gran parte de los cuales está cobrando desde octubre la ayuda especial, consistente en percibir el 70% de su salario como prestación por desempleo, pero sin agotarla. Esta medida debía de acabar el 31 de enero, ya que en muchos casos a partir de marzo se registraba su llamamiento para reincorporarse a sus puestos de trabajo.

Pero al dar la Semana Santa por perdida desde el punto de vista turístico, con la previsión de que no será hasta junio cuando se pueda poner en marcha, se aplicarán dos iniciativas dirigidas tanto a empresas como a sus plantillas.

La primera es que se permitirá a estas últimas demorar el llamamiento de sus fijos discontinuos hasta el 31 de mayo, en lugar de iniciarlo en marzo como venía siendo habitual para muchos de estos asalariados. Al mantenerse los hoteles cerrados, no se obliga así a reincorporar a las plantillas cuando todavía no hay actividad.

Ante esta situación, y para proteger a los fijos discontinuos, se prorroga hasta finales de mayo el cobro de la citada ayuda especial.

Además, se comunicará la posibilidad de aplazar el pago de las cuotas a la Seguridad Social de diciembre a marzo para empresas y autónomos, durante un plazo de cuatro meses. Esta medida ya fue anunciada el pasado jueves por el conseller de Trabajo, Iago Negueruela, tras celebrar diversas reuniones en Madrid con representantes de la Administración central.

La importancia radica no solo en que se reduce así temporalmente la presión financiera principalmente sobre autónomos y pequeñas y medianas empresas, sino que además, las permitirá acceder a las ayudas públicas creadas para afrontar la crisis de la covid-19. Hay que tener en cuenta que la ley prohíbe que éstas se concedan si se tiene deudas con la Administración.

En ambos casos, según lamentan patronales y sindicatos, se da un reconocimiento de que los próximos meses seguirán siendo económicamente muy duros para las islas, a la espera de que se pueda registrar una cierta reactivación a partir del verano.