La manifestación motorizada convocada contra las restricciones del Govern derivó ayer en una marcha ilegal a pie por las calles de Palma que terminó con un hombre detenido. Según informó la Delegación de Gobierno, 850 vehículos completaron el recorrido previsto y mil personas lo hicieron caminando.

La manifestación motorizada deriva en una marcha ilegal a pie de mil personas

La Delegación del Gobierno autorizó el jueves por la tarde una manifestación «exclusivamente» en vehículos por la grave situación de emergencia sanitaria en Mallorca. Sin embargo, minutos antes de las 11:00, hora prevista para que se movilizara la caravana de vehículos, un grupo de manifestantes invadió la calzada y se colocó detrás de una pancarta de la plataforma convocante, la resistencia balear, en la que se leía ‘Gobierno dimisión, si yo no trabajo, tú no cobras’.

La manifestación motorizada deriva en una marcha ilegal a pie de mil personas

Agentes de la Policía Nacional trataron de persuadirles para que se dispersaran, pero se mantuvieron firmes incluso cuando fuertes ráfagas de viento y lluvia barrieron el Parc de la Mar. El grupo, inicialmente formado por unas doscientas personas, fue creciendo hasta el millar mientras enfilaba por las Avenidas para terminar en el Consolat. En paralelo marcharon los vehículos, haciendo sonar las bocinas y provocando algunas retenciones, pero no mayores que un día normal laborable en Palma.

La caravana motorizada a su paso por las Avenidas.

Menor poder de convocatoria

La suma de las dos manifestaciones, la legal y la ilegal, citó a menos personas que la celebrada el pasado 12 de enero, cuando cuatro mil personas marcharon por Palma en otra protesta no autorizada. La Policía Nacional no calculó la media de ocupantes por vehículo porque, en teoría y debido a las restricciones, en cada coche solo podían circular personas del mismo núcleo familiar. Haciendo una media muy generosa de tres manifestantes por vehículo, salen 2.550 participantes en la manifestación motorizada. Con los mil que marcharon a pie suman 3.550 en total.

Sin embargo, haciendo una media más realista de dos ocupantes por coche, fueron 2.700 personas las que secundaron la protesta. Los organizadores elevaron la cifra a ocho mil coches y 15.000 manifestantes.

El objetivo de la protesta del día 12 era apoyar a la restauración, pero en esta ocasión los promotores, Víctor Sánchez y Ángel Galeote, pusieron el foco en el Govern balear y en la responsable del Ejecutivo. «Armengol dimisión», «Armengol al paredón» y «¿Dónde están las niñas tuteladas?» fueron algunos de los lemas que corearon. Apenas se escucharon o leyeron referencias a la restauración. De hecho, CAEB, PIMEM y AREMA negaron su respaldo a la convocatoria.

Jorge Campos, líder de Vox en Balears, saludó a los promotores minutos antes de una manifestación que solo ha contado con el respaldo de la extrema derecha.

LAS CLAVES

1- Invasión de la calzada antes del inicio

Un grupo de manifestantes invadió la calzada minutos antes de que empezara la protesta motorizada, e inició la marcha en paralelo a la de vehículos.


2- Menos personas y tensión en el recorrido      

Los manifestantes a pie pararon en el Consolat, Parlament y Cort, como en la protesta del día 12, pero fueron menos numerosos y hubo menos altercados. 


3- Cigarrillos y negacionistas en Cort           

Al finalizar en Cort, varias personas se quitaron la mascarilla. Alguno se tomó una cerveza y se fumó un cigarro.

Un millar de manifestantes se dirigen hacia Cort tras protestar frente al Parlament

Un millar de manifestantes se dirigen hacia Cort tras protestar frente al Parlament M. Mielniezuk

Posibles sanciones

La Policía Nacional remitirá en los próximos días sus informes a la Delegación de Gobierno, que determinará si alguno de los comportamientos observados durante la manifestación ilegal a pie merece algún tipo de sanción. Uno de los convocantes, Sánchez, encabezó la marcha de vehículos y agradeció su asistencia al final de la misma, pero se desvinculó de los manifestantes a pie. En cambio Galeote se puso al frente de la misma para dirigir a la multitud en un recorrido no autorizado que incluyó el Consolat, el Parlament y Cort, donde se registraron algunos incidentes.

«Al ver a tanta gente que ha venido he decidido ayudar a la Policía a dirigirles», argumentó Galeote. «Si me multan la pagaremos entre todos. Este movimiento no acabará nunca», sentenció.

Los manifestantes profirieron gritos e insultos ante cada institución en la que se detuvieron, y hubo lanzamiento de huevos ante el Parlament y en Cort. Un fuerte dispositivo policial protegió cada uno de los tres edificios, pero en esta ocasión no se reprodujeron los altercados con la policía que acontecieron hace diez días.

Calculando una media de dos ocupantes por vehículo, la marcha a pie y la motorizada sumaron 2.700 personas

Hubo lanzamiento de huevos cuando los manifestantes se detuvieron ante el Parlament y en Cort

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Protesta contra el cierre de la restauración en Mallorca

Sin mascarilla en Cort

El grueso de los manifestantes se dispersó en Cort, quedando grupos dispersos. La Policía Nacional detuvo a un hombre por «resistencia, desobediencia y atentado a la autoridad». En las inmediaciones de la plaza algunas personas se quitaron la mascarilla, y otras se atrevieron incluso a abrir una lata de cerveza y encenderse un cigarrillo. La Policía Nacional les identificó, por lo que se arriesgan a una sanción por contravenir las normas sanitarias decretadas para combatir la pandemia.

Cuando dichos grupos asumieron el protagonismo, las consignas contra el Govern se mezclaron con teorías negacionistas de la pandemia. Hubo también referencias a un canal de Telegram en el que se citan a los negacionistas de las islas.

«Si me ponen una multa la pagaremos entre todos, este movimiento no acabará nunca»

ÁNGEL GALEOTE - ORGANIZADOR DE LA MANIFESTACIÓN

«Hay frustración e impotencia en la sociedad, pero hacemos todo lo que está en nuestra mano»

IAGO NEGUERUELA - CONSELLER DE TURISMO Y TRABAJO

Negueruela: «Hay frustración»

El conseller de Turismo y Trabajo, Iago Negueruela, asumió ayer que «la sociedad está frustrada», en una comparecencia en la que valoró la manifestación tras reunirse con representantes de las patronales de restauración. «Hacemos todo lo que está en nuestra mano», concedió el conseller, al tiempo que lamentó «no tener los recursos económicos de estados industriales más fuertes» de la Unión Europea que han aprobado medidas contundentes para ayudar a la hostelería.

Negueruela expresó su comprensión ante las críticas, fruto de la «frustración e impotencia que padecen muchos trabajadores y empresarios». Asimismo, no concretó una eventual reapertura de la hostelería: «Hay que volver a escuchar a los sanitarios y atender a la presión de las UCI».