El toque de queda en Baleares seguirá siendo a las 22 horas. El Consejo Interterritorial celebrado ayer en Madrid truncó la petición del Govern Armengol, entre otros, de adelantar el toque de queda a las ocho de la noche. La conselleria de Salud, Patricia Gómez, reclamó al Gobierno central que, ya que es la Comunidad balear la que está gestionando toda la crisis sanitaria en el archipiélago, le permitan disponer de todos los instrumentos para poder adoptar la decisión más acorde a cada situación epidemiológica.

«Si nosotros gestionamos está crisis sanitaria, nos deberían permitir tener en la mano todos los instrumentos para ello», señaló Gómez, aludiendo no solo a la posibilidad, rechazada ayer, de adelantar el toque de queda a las ocho de la noche, sino también a la potestad de volver a implantar un confinamiento domiciliario a la población, tal y como han reclamado ya varios profesionales sanitarios ante la preocupante situación asistencial.

«El ministro (Illa) nos ha escuchado a todos (los consejeros de Salud autonómicos) pero ha argumentado que estamos cercanos a doblegar este pico pandémico, que no todas las comunidades autónomas habían aplicado todas las medidas en su mano para disminuir los contagios y, por último, que no era una petición unánime de todas las Comunidades», explicó la consellera los argumentos esgrimidos por el ministro Salvador Illa para negarse a un adelantamiento del toque de queda que ya había mostrado su disposición a aplicar la propia presidenta Francina Armengol.

La consellera, que habló con este diario en torno a las ocho de la noche, subrayó que a esas horas apenas había gente en la calle por lo que se congratuló de que la población estuviera siguiendo su «recomendación» de recogerse en los domicilios a esa hora.

«Pero no es lo mismo una recomendación que una obligación que permitiría a las fuerzas de seguridad actuar contra los incumplidores», diferenció.

Más ayudas estatales

También señaló la consellera que durante la reunión de la Interterritorial solicitó que lleguen más ayudas del Gobierno del Estado para los sectores afectados por las medidas adoptadas por el Govern para frenar la pandemia.

«El Gobierno central debería apoyar a todos los sectores económicos afectados por las restricciones que hemos impuesto porque las han delegado en nosotros», reclamó Patricia Gómez.

Respecto a la llegada de vacunas, la consellera dijo comprender que lleguen más fármacos a CCAA que, pese a tener una población similar a la nuestra, tienen un mayor número de personas consideradas «población diana». «Extremadura tiene tres veces más usuarios de residencias de ancianos que nosotros y por tanto es lógico que reciban más vacunas. Pero, una vez vacunada esta población en mayor riesgo, he pedido que se dé prioridad y se envíen más vacunas a las comunidades que más PIB han perdido con esta crisis, que han tenido más desempleo o han perdido más con esta pandemia», reclamó.

Preocupa Eivissa

Por último, se declaró muy preocupada por la situación en Eivissa, isla de la que auguró que en breve podría alcanzar una incidencia de 2.000 casos por cien mil habitantes a catorce días, y adelantó que ya han fijado una reunión bilateral a finales de esta semana con Pilar Aparicio, directora general de Salud Pública, y Fernando Simón para que les asesoren sobre cómo revertir la complicada situación ibicenca.