El portavoz del comité de enfermedades infecciosas, Javier Arranz, no se mostró ayer partidario de aligerar las restricciones aunque se aprecien mejoras en los datos de incidencia acumulada en Mallorca.

El portavoz abogó por no rebajar en un futuro próximo las restricciones a pesar de que reveló que en Mallorca se habría superado el pico de la tercera ola el pasado 31 de diciembre y que desde entonces se estaría observando un descenso de la incidencia acumulada. «Hace más de una semana que estamos claramente en la pendiente de bajada de la tercera ola», subrayó aludiendo a la situación en Mallorca.

Porque lo que más preocupa en estos momentos es la evolución desenfrenada de nuevos contagios que está padeciendo Eivissa, isla de la que Arranz informó que tenía una incidencia acumulada de 1.838 casos por 100.000 habitantes en 14 días, muy por encima de una incidencia en Mallorca que continuaba a la baja y ayer se situaba en 522.

Los datos de incidencia acumulada por cada 100.000 personas en 7 días confirman las tendencias: en Mallorca es de 213 casos mientras que en Eivissa alcanza los 1.063. «Llegará a 2.000 y, a lo mejor, podría ser que no fuésemos más allá», manifestó Arranz aconsejando a los ibicencos que extremen las precauciones y las medidas de seguridad.

En Menorca, con 521 casos por 100.000 en 14 días y de 268 en la última semana, la situación es de práctica estabilidad, explicó.

En Formentera se acumulaban ayer 743 casos por cada 100.000 habitantes a catorce días y 627 en siete, pero Arranz confió en que el confinamiento perimetral facilite el control del virus.

Con la actual situación epidemiológica, el portavoz reiteró que se deben mantener las medidas restrictivas que rigen actualmente en las diferentes islas para recuperar los niveles de afectación de la pandemia de antes del verano.

«Cuanto más rápido hemos levantado restricciones que habíamos comprobado que servían para bajar los casos, más problemas hemos tenido», recordó subrayando los efectos benéficos de implantar el toque de queda a las diez de la noche y el cierre total de la hostelería.

Preguntado sobre la petición de Balears de adelantar el toque de queda, desoídas por Sanidad, Arranz se consoló asegurando que no se trataba de herramientas «para que fueran aplicadas de inmediato».