Las organizaciones empresariales de Baleares son unánimes al anunciar que bajo ningún concepto van a dar respaldo a la manifestación impulsada para el próximo viernes por el promotor de la celebrada la semana pasada en Palma, Víctor Sánchez, e incluso se distancian claramente de este último. Sin embargo, algunos de sus presidentes no descartan participar en estas movilizaciones como muestra de la indignación por la dureza de algunas restricciones para frenar la expansión del coronavirus.

La advertencia de que no van a convocar ni a apoyar estas protestas es lanzada por los presidentes de las dos patronales intersectoriales de las islas, Carmen Planas de CAEB y Jordi Mora de PIMEM, y por sus homólogos en sus respectivas sectoriales de Restauración, Alfonso Robledo y Eugènia Cusí, al igual que por el vicepresidente de esta última, Helmut Clemens. Todos coinciden en que las reivindicaciones ante la Administración deben abordarse en la Mesa del Diálogo Social y que este es un trabajo «de despacho» y no de protestas en la calle.

Robledo y Mora van más allá, y cuestionan incluso que estando Mallorca en fase 4 (riesgo extremo de contagio) sea oportuno organizar concentraciones de personas, dado que durante la anterior, con unos 4.000 participantes, se registraron comportamientos que vulneran las medidas de seguridad sanitaria en relación a distancias interpersonales o uso de la mascarilla. En este aspecto, se insiste en que la prioridad es frenar la expansión del virus para poder afrontar una temporada turística en condiciones, ya que un fracaso en esta última sería demoledor para el tejido productivo de las islas.

No apoyar, pero sí participar

Pero aunque como responsables de organizaciones empresariales nieguen su apoyo a estas movilizaciones, Cusí, Clemens y Robledo no descartan participar en ellas a título personal para expresar así el fuerte malestar existente en el sector de la restauración, ante el fuerte deterioro económico de sus empresas debido a las restricciones.

En este sentido, se defiende la libertad de sus asociados a participar en actos de protesta, y no se descarta que el convocado para el próximo viernes registre una participación incluso más numerosa que la del pasado día 12, a la vista de la desesperación de muchas personas por los perjuicios que están registrando en sus negocios.

Los responsables de Restauración-PIMEM no ven ninguna contradicción en el hecho de no querer apoyar la protesta como patronales pero plantearse acudir a ella como particulares porque «tenemos derecho a defender nuestros negocios».

Lo que sí se registra es un evidente distanciamiento de la persona que promovió la anterior manifestación, Víctor Sánchez. Desde PIMEM se justifica el haberlo llevado el pasado jueves a una reunión con el conseller de Trabajo y Turismo, Iago Negueruela, para así introducirlo en las vías de diálogo con el Govern, con el fin de evitar nuevas tensiones en la calle.

Jordi Mora no duda en subrayar que su organización opta por desvincularse totalmente de él, ya que tras un primer momento en el que calificó ese encuentro de productivo, a las 48 hora ya estaba anunciando nuevas protestas. Por ello, el presidente de PIMEM se pregunta si son intereses empresariales los que Sánchez está defendiendo o de otro tipo.

Eugènia Cusí no oculta que parte de su sector no está viendo en el trabajo de estas patronales avances suficientes, y admite que la aparición de nuevas asociaciones en su sector se explica por el descontento ante las gestiones realizadas desde PIMEM y CAEB. Sin embargo, esta dirigente empresarial subraya que aunque las ayudas obtenidas del Govern son insuficientes, esos 100 millones de euros son mejores que nada para un sector exhausto. Jordi Mora y Alfonso Robledo van más allá y admiten que el Ejecutivo de Francina Armengol ha llegado ya al límite de sus posibilidades a la hora de poner dinero sobre la mesa, de ahí la insistencia de dirigir ahora todas las reivindicaciones al Gobierno de España, en aspectos como la supresión temporal de las cuotas de la Seguridad Social y de autónomos.

Igualmente, se señala como error del Govern el haber tardado una semana en anunciar las ayudas después de haber comunicado la aplicación de duras restricciones.

División interna derivada del malestar

El malestar de los empresarios de restauración se está derivando en la creación de nuevas organizaciones al margen de CAEB y PIMEM, como es el caso de la Asociación de Restauradores de Mallorca (Arema), algo que se lamenta desde las ya existentes al considerar que solo se favorece la división dentro del sector cuando es el momento de «ir todos juntos». Sin embargo, se añade que al no ser estas nuevas patronales partícipes en las negociaciones con la Administración, están abocadas al fracaso y suelen desaparecer a los pocos meses.