Hacer una prueba PCR a un contacto estrecho de una persona positiva se puede demorar entre 24 y 48 horas en estos momentos, admite Carlos Raduán, coordinador de la central de rastreadores covid montada en el polígono de Can Valero de Palma.

«Todo depende de la disponibilidad para hacerla en el mismo día que confirmas que se trata efectivamente de un contacto estrecho de un positivo», matiza indicando a continuación que si esta inmediatez no es posible, el paciente sospechoso es citado para la prueba diagnóstica al día siguiente.

Es tarea imposible que Raduán admita que la central de rastreadores va desbordada con el indoblegable aumento de casos de las últimas semanas. «Estábamos peor, más desbordados, a principios de estas navidades ya que tenía a muchos rastreadores de permisos y vacaciones y era imposible doblar turnos», contrapone.

El coordinador de la central covid revela que en estos momentos cuenta con unas 400 personas para hacer labores de rastreo. «Hay de todo. Médicos, enfermeras, militares, psicólogos...muchas categorías profesionales que trabajan de lunes a domingo de ocho de la mañana a ocho de la tarde. Con turnos, claro está».

Como los protocolos cambian, se le pide a Raduán que explique cómo actúan con un presunto contacto estrecho de un positivo por covid-19. Un balear que acaba de regresar de Madrid se ha enterado de que la persona con la que ha estado en la capital del país ha dado positivo y llama al teléfono infocovid para saber cómo actuar. Le trasladamos al coordinador esta situación.

«Lo primero que haremos es cerciorarnos de que la persona con la que ha estado en Madrid es efectivamente un positivo. Para ello le pediremos el teléfono del presunto infectado a la persona que se ha puesto en contacto con nosotros. Le llamamos y le preguntamos si es cierto aunque también nos dirigiremos a la conselleria de Salud de Madrid para confirmarlo», comienza Raduán.

Una vez certificado que es positivo, se volverá a llamar al contacto estrecho y se le citará para hacerle una prueba PCR, trámite que como ha quedado dicho puede solventarse en esa misma jornada o, si no hay citas disponibles para ese mismo día, para el día siguiente.

Un contacto estrecho que coseche una PCR negativa y no tenga síntomas también debe confinarse diez días

En este punto recuerda Raduán que, por responsabilidad y pese a que el resultado de la prueba todavía no se haya dado, el contacto estrecho debe ponerse en cuarentena domiciliaria desde el último encuentro que mantuvo con la persona infectada en Madrid.

En este punto hay dos posibles escenarios. El primero, que la prueba PCR que se le haga al contacto estrecho sea negativa. En este supuesto, si no tiene síntomas de patología respiratoria, el contacto ha de pasar igualmente diez días confinado en su casa desde el último contacto con el positivo.

En estos casos se realiza lo que Raduán denomina «vigilancia pasiva», que no es otra cosa que confiar que esta persona se mantendrá el periodo de tiempo citado en su casa sin salir y aislándose en la medida de lo posible del resto de convivientes del domicilio si los hubiere.

El «alta» la consigue una vez transcurridos los citados diez días desde el último contacto con la persona positiva. Y recuperará su libertad de movimientos sin que se le haga una PCR que confirme que es negativo.

Baja laboral o teletrabajo

Preguntado el coordinador si durante este tiempo esta persona puede teletrabajar o si, por el contrario, está de baja laboral, responde que dependerá de Inspección Médica, de si se encuentra bien y ha estado teletrabajando en los últimos tiempos, de varias circunstancias.

Y el segundo supuesto es que el contacto estrecho coseche una PCR positiva. «En este escenario ya pasas a ser un caso positivo más, un caso confirmado de covid. Aquí se impone una cuarentena domiciliaria también de diez días de duración pero que se empiezan a contar desde la comunicación del resultado de la prueba», diferencia Raduán.

Con estos casos positivos la vigilancia deja de ser pasiva y se convierte en activa, esto es, con controles telefónicos periódicos por parte del centro de salud al que pertenece el afectado para ver si su clínica empeora.

Si su estado de salud se mantiene estable, será dado de alta una vez transcurrido el periodo citado sin necesidad de que ese fin de la cuarentena esté avalado por una PCR negativa. «Solo se pide una PCR negativa para dar el alta al personal sanitario», concluye Raduán matizando que a los ciudadanos normales tampoco se les dará el alta mientras tengan síntomas.

Cuatrocientos rastreadores para 600 positivos y 3.000 contactos diarios  

Raduán defiende que cuenta con suficientes personas para realizar estas labores. Pero una simple enumeración de datos es esclarecedora: esta semana ha habido días con 600 nuevos contagios diarios y cada uno de ellos ha tenido unos cinco contactos estrechos (3.000 personas). 400 rastreadores divididos en turnos deben evitar la transmisión comunitaria de este volumen de personas. ¿Creen que lo conseguirán?