El conflicto laboral en el Ente Público de Radio Televisión de les Illes Balears (IB3) está cada vez más encarnizado a raíz de la demanda que interpusieron los trabajadores de la subcontrata de los servicios informativos para exigir la internalización. El pasado miércoles se vivió un nuevo episodio cuando la nueva concesionaria, Dalton Audivisual, prohibió a una periodista que presenta los informativos de IB3 participar en un acto y decir que trabaja en la televisión autonómica.

El Comité de Empresa de los informativos del ente público denunció ayer que Marta Berga, periodista que lleva más de una década informando desde el canal público, había sido invitada a participar en un coloquio en la Escola Municipal de Mallorquí de Manacor. Sin embargo, al enterarse de que la profesional tenía que ser presentada en el coloquio como periodista de IB3, se lo impidieron. Según el Comité de Empresa, la prohibición vino de los responsables de la nueva concesionaria, Dalton Audiovisual, del grupo catalán Lavinia, que hace dos días asumieron la subcontrata de los informativos.

El conflicto arranca cuando el Pacto de Progreso, cuando regresó al poder en 2015, prometió e incluyó en sus acuerdos de gobernabilidad la internalización de los servicios informativos. Durante la pasada legislatura no se dio ningún paso en este sentido e incluso se volvieron a prorrogar los contratos de subrogación. En esta legislatura, el Govern ya no quiere saber nada de contar con periodistas propios para elaborar los informativos y en los acuerdos de Bellver esta promesa desapareció.

Los profesionales de la información, que llevan a sus espaldas entre cuatro y cinco subrogaciones y cambios de empresa subcontratada, decidieron interponer una demanda alegando que ellos son trabajadores de IB3 a todos sus efectos y deberían estar contratados por el ente público, no por una concesionaria. En los argumentos de la demanda se intenta demostrar que reciben órdenes del ente para realizar su trabajo. Ya se ha celebrado un primer juicio por esta cuestión que está pendiente de la sentencia. A raíz de este conflicto, desde la dirección de IB3 que comanda Andreu Manresa se han vuelto muy recelosos y ninguno de sus directivos habla con los periodistas con el afán de que no se pueda demostrar que dan órdenes a los profesionales de una subcontrata.

Fuentes de la dirección de IB3 apuntaron que la prohibición a Marta Berga de participar en el coloquio como periodista de la tele autonómica «es una cuestión de una empresa privada con su trabajadora».

Polémico documento

El conflicto no termina aquí, ya que hace unos días la nueva concesionaria de los informativos, Dalton, inició su trabajo en IB3. Los más de 100 trabajadores, entre periodistas, cámaras y producción, tuvieron que firmar un polémico documento donde se les impide hablar con trabajadores del ente público.

El documento, que todos los trabajadores han tenido que firmar apunta: «El personal de Dalton no podrá recibir órdenes ni instrucciones, ni encargos, ni cualquier otra comunicación relativa al servicio con personal del ente público». También añade que «el uso de otras herramientas de comunicación con personal del ente deberá ser autorizada».