Los profesionales sanitarios en primera línea contra la covid ya habían advertido que las fiestas y las reuniones sociales iban a provocar más muertes. El tiempo les ha dado la razón. Si el 31 de diciembre se informaba de 470 fallecimientos acumulados desde el inicio de la pandemia, ayer, día 14 del nuevo año, la cifra había crecido hasta las 507 defunciones, 37 en tan solo dos semanas.

Otro dato preocupante es el número de pacientes con covid-19 ingresados en la UCI. Los 116 que ayer se encontraban en esos recursos asistenciales batían el récord establecido el pasado mes de abril, durante la primera oleada de esta pandemia.

Todo esto en una jornada en la que se comunicaron 621 nuevos contagios y cuatro fallecimientos más y en la que el portavoz del comité de enfermedades infecciosas, Javier Arranz, apuntó a que se estaba percibiendo «una estabilidad» en la curva de contagios en Mallorca contrarrestada en parte por un aumento de los casos de forma «exponencial» en Eivissa.

La incidencia acumulada en los últimos 7 días, señaló, es de 306 casos en Mallorca, casi la mitad de los 14 días. «Indica que, probablemente, en los próximos días, si se mantiene la situación, podremos ver descenso de casos y de incidencia en Mallorca», anticipó.

Asimismo, subrayó que Balears es la segunda comunidad que más pruebas está realizando, sólo por detrás de Extremadura. «Eso hace que detectemos más casos que en otras comunidades», indicó considerando además que los positivos de estas pasadas fiestas ya estarían repercutidos y que los casos detectados en las últimas jornada corresponderían a «contagios secundarios de positivos que se dieron en las fiestas».

El portavoz reveló que la ocupación de las plazas de cuidados intensivos con pacientes de covid-19 alcanzó ayer el 63%, un porcentaje bastante superior a la ocupación de las camas de hospitales en planta, que se situó alrededor del 12%.

Entre 6 y 8 días

Recordó en este punto que mientras las altas de los pacientes menos críticos se están dando tras una horquilla de seis y ocho días ingresados en planta en esta fase pandémica, durante la primera oleada la permanencia en el hospital era más prolongada, de entre 15 y 17 días.

Arranz atribuyó estos ingresos más cortos a los tratamientos con corticoides que se están dando a los pacientes con menor afectación y que, al parecer, gracias a ellos evolucionan mejor y no necesitan ingresar en UCI.

Con respecto a los que finalmente precisan ser ingresados en una unidad de críticos, el portavoz señaló que no hay nada nuevo en el horizonte, que una vez que entran lo hacen para estar mucho tiempo.

Cincuenta en Son Espases

Precisamente ayer, a primera de la tarde, ingresaba el 50 paciente crítico covid en la UCI de Son Espases. El departamento de comunicación del hospital explicó que tenían reservadas 55 camas de críticos para esta patología con espacio para sumar una más y alcanzar las 56. Entre sus previsiones entraba convertir una zona de Cirugía Mayor Ambulatoria en un área de Reanimación con todo el aparataje necesario para atender los pacientes más críticos. En este nueva área se podrían habilitar doce camas de UCI más que, matizaron, se irán abriendo en función de las necesidades asistenciales.

También revelaron las citadas fuentes que ayer tenían ocupadas 31 de las 38 camas de UCI reservadas para otras patologías que también precisan de esos cuidados intensivos.

Por otra parte, la consellera de Salud, Patricia Gómez, confirmó en una reunión telemática que mantuvo ayer con los gerentes de los hospitales públicos de las islas que «todos» los centros disponen de espacios que se podrían ampliar si hay que atender a más pacientes críticos con covid-19. Al finaliza, Gómez afirmó que, a pesar de la situación «compleja» por la elevada tasa de incidencia de contagios, los equipos directivos de los hospitales baleares se encuentran tranquilos.