La presión de los sindicatos ha forzado a la conselleria de Educación a reunir hoy de urgencia la Comisión Paritaria de Riesgos Laborales para ofrecer alguna solución contra el frío con el que alumnos y profesores desarrollan su actividad lectiva al tener que abrir las ventanas para prevenir contagios de covid.
Educación ha atendido finalmente las «numerosas solicitudes de agentes sociales» para subir la temperatura de muchas aulas en las que los alumnos atienden con mantas, abrigos y bufandas. El temporal ‘Filomena’ no dejó ni un copo de nieve en Mallorca, pero hubo clases que se desarrollaron a unos poco soportables cinco grados de temperatura, tal como han denunciado los sindicatos.
«No sabemos qué nos van a proponer, pero la conselleria tiene que actuar ya para terminar con esta situación», valoró ayer Víctor Villatoro, secretario de Acción Sindical de ANPE en Balears, sindicato que lleva días poniendo el foco en un problema al que ha puesto cifras después de realizar una encuesta a más de ochocientos profesores de la isla: el 94% de los estudiantes siguen las clases con mantas o abrigos, el 95% de las aulas no tienen purificadores de aire y el 37,4% no disponen ni siquiera de un medidor de dióxido de carbono.
«Una posible solución sería bajar las ratios de alumnos por clase para bajar los niveles de CO2 y que no sea necesario abrir las ventanas. En otros sitios en los que hace más frío que aquí ponen la calefacción antes de empezar las clases para calentar el aula», planteó Villatoro. Este docente apostó asimismo por instalar purificadores «que eliminan la covid sin necesidad de abrir ventanas».
El sindicato STEI Intersindical, por su parte, celebró la convocatoria de la Comisión de Riesgos Laborales después de solicitarla el pasado lunes. «La conselleria obliga a los centros a tomar unas medidas anticovid que comportan mantener los centros a temperaturas muy bajas, muy por debajo de los 17 grados que marca la normativa de prevención de riesgos laborales, y que pueden suponer un peligro para la salud de los alumnos y del personal docente», indicó el STEI a través de un comunicado.
El sindicato reclamó la presencia en la reunión del servicio jurídico de la conselleria de Educación porque «las aulas están mucho más frías de lo que regula la normativa de prevención de riesgos laborales».
El STEI plantea algunas soluciones para subir la temperatura de los termómetros en las aulas como «un inmediato incremento del presupuesto de los centros para afrontar los gastos extra de calefacción» o «la instalación de sistemas de purificación de aire y de ventilación forzada».
Según el protocolo establecido para ventilar adecuadamente las aulas y evitar contagios, el docente debe abrir las ventanas de la clase cuando el medidor de CO2 detecta niveles por encima de lo recomendado. En espacios más pequeños el dióxido de carbono se acumula con rapidez y obliga a tener abierto casi todo el tiempo.
Los sindicatos acusan a la conselleria que dirige Martí March de «falta de previsión» a la hora de establecer un protocolo que contribuye a frenar la propagación del coronavirus en clase, pero que no tiene en cuenta las bajas temperaturas a las que docentes y alumnos se están enfrentando.
