Una técnica de rastreo «anonimizada». El Ministerio de Transportes elabora un estudio basado en el rastreo de teléfonos móviles. Pueden determinar dónde se encuentra un terminal, pero no la identidad de su titular
Movimientos más restringidos, pero no tanto. La población de Balears ha dosificado sus desplazamientos por la combinación de contagios y restricciones, especialmente en Mallorca, donde el pasado 15 se activó la fase 4 por riesgo extremo de contagio por covid. Un estudio de movilidad elaborado por el Ministerio de Transportes con el uso de datos masivos permite establecer, con un notable nivel de precisión, un mapa de los desplazamientos de los residentes en un contexto de limitaciones a la movilidad y a los aforos.
El estudio se actualiza regularmente con los datos «anonimizados» procedentes de las redes de telefonía móvil y los compara con la semana del 14 al 20 de febrero, un periodo normal previo al estallido de la crisis sanitaria. El rastreo de móviles y el procesamiento masivo de los datos recogidos describe un archipiélago que ha seguido moviéndose, aunque a menor ritmo que antes.
La movilidad interna ha mantenido un relativo vigor, mientras que los desplazamientos al exterior se han desplomado
‘Black Friday’
En su día el Govern apuntó que la movilidad durante el ‘Black Friday’ y al puente de la Constitución como habían tenido mucho que ver en el repunte de la incidencia que se apreciaría poco después. Hubo un elevado movimiento de ciudadanos durante el ‘Black Friday’ en Palma, pero no más que el viernes anterior: cerca de 266.000 personas realizaron dos o más viajes dentro del municipio, solo dos mil más que una semana antes.
Los contagios seguían en ascenso y el Govern se vio obligado a incrementar las restricciones. De este modo, Mallorca encaró el puente de la Constitución en fase 3, que incluía toque de queda a partir de la medianoche y reuniones de un máximo de seis personas. Algo más de 260.000 personas hicieron dos o más viajes el viernes 4 de diciembre, una cifra modesta para un día que marcaba el inicio de un largo fin de semana. Sin embargo, esa fue la jornada del mes con mayor movilidad interior, con casi 21 millones de viajeros por kilómetro.
El martes 15 de diciembre entraron en vigor duras restricciones pensadas para que los residentes limitaran en lo posible sus desplazamientos: toque de queda a las diez de la noche, cierre del interior de bares y restaurantes, y restricciones de aforos en multitud de ámbitos. Sin embargo, ese día la movilidad interior en el archipiélago fue solo un 15% inferior al martes de la semana de febrero que el estudio toma como referencia, cuando el coronavirus aún no había alterado ninguna rutina.
Entre el 15 y el 2 de enero, último día con datos actualizados, la movilidad interior en el archipiélago ha caído, pero modestamente. Es más evidente el descenso de desplazamientos al exterior. Las restricciones en otras comunidades y el miedo a los contagios han disuadido a muchos residentes de subirse a un barco o a un avión.
Durante el periodo analizado, los viajes al exterior desde las islas anotan descensos de entre el 50% y el 60% con respecto a la ‘vieja normalidad’. Estas caídas son abruptas el 25 de diciembre y el 1 de enero, del 91% y el 88,5% respectivamente, aunque la actividad en esos dos días no se puede comparar con una semana normal de febrero.
Menos llegadas el día 23
Los movimientos de entrada al archipiélago también han caído. El 23 de diciembre, jornada de mucho ajetreo en los aeropuertos por la llegada de miles de residentes para pasar las navidades, registró un 32% menos de llegadas. El 21 los movimientos de entrada se hundieron un 70%.
El estudio aporta otros datos interesantes, como el número de viajes completados por un residente al día. Más de 700.000 personas realizaron dos o más viajes el 15 de diciembre y días siguientes, laborales y prenavideños.
El reverso de la moneda fueron los festivos, Navidad y Año Nuevo, cuando un enorme caudal de población se quedó en casa (al menos no consta ningún desplazamiento): 535.800 ciudadanos el 25 de diciembre y 568.500 el 1 de enero, en torno a la mitad de la población del archipiélago.
