La hidroaviación quiere pisar con fuerza en el archipiélago. A pesar de los tiempos aciagos que vivimos con la pandemia, y la crisis económica que conlleva, con el sector turístico en hibernación, hay proyectos que siguen buscando salir a flote. Y entre ellos destaca el que propone la Fundación Aeronáutica Mallorquina: crear la Oficina Europea de Hidroaviones del Mediterráneo.

Su sede estaría en Mallorca, en concreto en el Port de Pollença. Este proyecto, en el que se trabaja desde hace cinco años, incluye la creación de un centro de formación, que también se pretende establecer en esa localidad. Miguel Buades, presidente de la Fundación Aeronáutica Mallorquina, asegura que la puesta en marcha de la iniciativa está muy avanzada. Cuenta con el apoyo del Ejército del Aire, la Cámara de Comercio de Mallorca y el visto bueno del Govern. Además de que ya se han hecho gestiones en Bruselas.

Lamentablemente, también se ha visto interrumpido el proyecto por la irrupción de la crisis, sin embargo, Buades confía en retomar las gestiones tan pronto sea posible para que sea una realidad.

La hidroaviación busca abrirse camino en Balears. A la par del centro europeo que impulsa Miguel Buades y un colectivo especialista en esta materia que le respalda hay una compañía, Isa Air, que desde hace dos años trata de poner en marcha vuelos de pasajeros en hidroaviones.

En el centro, Miguel Buades, Joachin Luecking (Comisión Europea) y Rosa Estaràs, en Bruselas.

Beneplácito de Aesa

Isa Air es un proyecto que lidera un británico-alemán con inversiones en Mallorca, quien por ahora prefiere mantenerse en el anonimato. Los vuelos comerciales se quieren iniciar entre islas y después también con Barcelona y el resto del Mediterráneo. Por el momento en Europa solo hay este tipo de vuelos en Dinamarca.

Isa Air, que defiende su interés turístico, aún no ha obtenido los permisos para operar de la Autoritat Portuària de Balears y de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (Aesa). En cambio, el proyecto de la Oficina Europea de Hidroaviones del Mediterráneo sí cuenta con la autorización de Aesa «para vuelos no comerciales». Miguel Buades aclara que detrás de la Fundación Aeronáutica Mallorquina no hay interés comercial, «iría contra sus principios», sino que lo se persigue es «promocionar la hidroaviación».

¿Por qué es necesario crear una oficina a nivel europeo? Para potenciar «y estandarizar las operaciones». En la actualidad, «cada país tiene un sistema diferente y queremos unificar los criterios operativos», explica Buades.

Pone como ejemplo la actuación de hidroaviones de diferentes países ante un incendio: si vuelan por ejemplo aparatos de Grecia no pueden hacerlo los de otra nación, de ahí la necesidad de esa estandarización.

La iniciativa cuenta con el respaldo del Ejército del Aire, de la Cámara de Comercio y del Govern

En septiembre se celebrará un congreso, que tuvo que posponerse, y reunirá a expertos a nivel mundial

También se considera que los servicios de la hidroaviación están subutilizados y se puede extender a diversas aéreas y durante todo el año. Además de para servicio contraincendios, para salvamento marítimo, control del medio ambiente marino, de la pesca ilegal, para la vigilancia de las pateras, acceder a puestos de la costa de difícil comunicación, para el transporte de comestibles a lugares de costa, la evacuación rápida de enfermos o en zonas catastróficas o el transporte de pasajeros entre islas que no puedan tener pistas terrestres.

Buades señala la posibilidad de hacer vuelos entre Mallorca y Formentera. Al respecto, hay que recordar que desde el Consell de la Pitiüsa menor a la compañía Isa Air se le ha advertido que la isla no está interesada en la hidroaviación.

Los hidroaviones pueden involucrarse en diversidad de tareas además del servicio contraincendios, como el control del medio ambiente marino.

Miguel Buades asegura que los gobiernos de Italia, Alemania y Francia, además de Marruecos (donde la base sería el puerto de Tánger), «están muy interesados» en el proyecto. En 2019 se presentó en Bruselas, con el apoyo de la eurodiputada popular Rosa Estaràs. Y en marzo pasado Aesa les convocó a una reunión, que se vio truncada por la pandemia.

La oficina europea lleva aparejada la creación de un centro de formación en el Port de Pollença, para que cada año los pilotos actualicen su formación, y servicios de mantenimiento que supondrían una nueva mano de obra especializada. Miguel Buades espera que este 2021 el proyecto siga adelante.

Miguel Buades: «No pretendemos montar un segundo Son Sant Joan» 

Un hidroavión dentro del agua «no contamina absolutamente nada», afirma Miguel Buades, puesto que su medio de propulsión es la hélice. No emplea agua del mar para la refrigeración de sus motores y el tiempo que el aparato necesita para amerizar y despegar es de unos dos minutos. Tampoco deja residuos en el mar, por lo que no contamina a diferencia de los barcos de recreo. «No pretendemos montar un segundo Son Sant Joan, todo lo contrario», añade, por eso insiste en que quieren que «la gente conozca el proyecto y diga si le gusta o no». Para el próximo 28 de septiembre prevén realizar un congreso europeo en el Port de Pollença, que no pudo celebrarse en 2020, el cual contará con diversos expertos en la hidroaviación.