La presidenta del Govern, Francina Armengol, se ha convertido en una de las principales abanderadas de la llamada ‘Commonwealth del Mediterráneo’ que propuso el presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig. Armengol no sólo ha respaldado la propuesta, sino que fue la primera en sumarse con el objetivo de «bascular» España hacia el Mediterráneo. Con la alianza entre comunidades, que con el presidente valenciano también tiene internamente en el PSOE, la presidenta busca que Balears gane peso en Madrid, con la mirada puesta en la financiación y en los fondos europeos de Recuperación.

En diciembre, el valenciano Ximo Puig planteó a su homólogo catalán Pere Aragonés la necesidad de una «Commonwealth mediterránea»: un frente entre comunidades del arco mediterráneo para hacer de contrapeso a Madrid y a la que se sumó enseguida Armengol. La presidenta lo defendió en su discurso del día de la Constitución y desde entonces lo ha expuesto de manera reiterada.

Si bien, como recuerdan desde el Consolat, «Balears lleva años trabajando en esas alianzas», el paso al frente del presidente valenciano Ximo Puig ha dado impulso a esa «Commonwealth». De hecho, la sintonía entre Armengol y Puig es una de las claves de ese eje que quiere funcionar a nivel de comunidades como ya funciona en el PSOE. «El liderazgo de Ximo Puig nos ayuda. Valencia tiene un peso demográfico que nosotros no tenemos y le va muy bien a Balears», exponen los socialistas de las islas, apuntando además que «Francina tiene buena relación con Ximo».

«Estamos trabajando con el presidente Puig desde la pasada legislatura, también con el Govern catalán, por cuestiones estratégicas de carácter económico porque creo que es relevante en España intentar bascular el peso del centralismo, que de una forma muy clara se enfoca desde Madrid, hacia la periferia», explicó a final de año Armengol en el Parlament.

Proyectos compartidos

En las últimas semanas ya se ha visto articulado ese frente al abordar el tema de la armonización fiscal entre autonomías. Abierto el debate por el Gobierno y ERC, Puig salió apuntando al dumping fiscal de Madrid. Seguidamente, Armengol, con la reserva de mantener la «autonomía fiscal», también cuestionó los recursos que absorbe la capital. Al otro lado de la trinchera, la presidenta madrileña, la popular Isabel Díaz Ayuso.

Otro de los temas compartidos en la agenda política territorial y cuya reforma debe abordarse de manera inminente es la financiación autonómica. De hecho, ya en 2014, el entonces presidente José Ramón Bauzá se sumó al presidente popular de la Comunidad Valenciana, Alberto Fabra, y al murciano Ramón Valcárcel, para reclamar la reforma del sistema. Una alianza que el presidente extremeño, también del PP, José Antonio Monago, bautizó como «los tres tenores».

Ahora, el Govern busca concretar esa alianza más allá de la reivindicación de una nueva financiación y ya trabaja en proyectos compartidos para financiar con los fondos de recuperación de la Unión Europea. «Se trata de generar en la región una actividad vinculada a la innovación», detallan. «El Gobierno también es más receptivo si son proyectos compartidos», explican sobre los fondos europeos. El Consolat también pone de ejemplo las autopistas marítimas en la necesidad de alianzas con otras comunidades, para las que tampoco descarta a Andalucía y Murcia.