La consellera de Salud, Patricia Gómez, preguntada ayer sobre el 40% de los trabajadores de las residencias de ancianos que han rechazado vacunarse contra la covid-19, les emplazó a hacerlo recordándoles que «no disponemos más que de la vacuna» para combatir esta pandemia.

«Los profesionales sanitarios tenemos que ser muy respetuosos y no poner en peligro con nuestras actitudes a las personas que cuidamos», les indicó señalando a continuación que darán formación a las personas que se han negado a que se les inocule el fármaco anticovid.

En la misma línea, el Col·legi Oficial de Metges de les Illes Balears (COMIB) recordó la importancia de la vacunación universal para acabar con la pandemia, vacunación especialmente necesaria entre sanitarios, trabajadores sociosanitarios de las residencias de ancianos y al cuidado de grandes dependientes o de personas vulnerables.

Asimismo, la institución colegial celebró las nuevas medidas restrictivas de la movilidad de las personas en Mallorca anunciadas ayer por el Govern balear ya que, a su juicio, «son imprescindibles para aplacar la elevadísima curva de nuevos contagios».

Desde el Institut Mallorquí de Afers Socials (IMAS) señalaron que en las cinco residencias de ancianos que gestionan -La Bonanova, el Llar d’Ancians, Oms/Sant Miquel, Huialfàs de sa Pobla y Bartomeu Quetglas de Felanitx- se han alcanzado unos porcentajes de vacunación del 87% entre los usuarios y del 73% entre los trabajadores.

Achacaron el relativamente bajo porcentaje entre los trabajadores a que muchos se encontraban de permiso o de baja por ser contactos estrechos o positivos por covid. «No ha habido ninguna negativa puntual más allá de una trabajadora embarazada de Oms/Sant Miquel que se negó a ponérsela porque estaba embarazada», matizaron.

En cualquier caso desde el IMAS adelantaron que va a haber «una repesca» después de la dispensación de la segunda dosis de la vacuna, tanto para usuarios como para los trabajadores.