Son Llàtzer intervino el pasado día 15 una hiperplasia benigna de próstata con láser, una nueva técnica menos invasiva y con menores efectos secundarios que por primera vez se utiliza en la sanidad pública. «Es como si a una naranja le quitamos todos los gajos que son los que han crecido e impiden al paciente orinar con normalidad».
Con este ejemplo tan al alcance de todos explica el jefe del servicio de Urología de Son Llàtzer, el doctor Carlos Gutiérrez, lo que en términos médicos sería una Enucleación de Próstata con Láser Holmium.
«Con el láser extirpamos el crecimiento de la próstata que obstruye el conducto de la orina. El láser lo fragmenta dentro del propio cuerpo del paciente y luego se puede extraer por el conducto de la orina. Con esta nueva técnica evitamos tener que someter al enfermo a una cirugía abierta por el abdomen», detalla el especialista revelando que, hasta este hito, toda próstata de más de 80 gramos requería de este tipo de intervención.
La primera operación empleando este láser se llevó a cabo el pasado 15 de diciembre con un paciente con una próstata de 120 gramos y aunque el doctor Gutiérrez se muestra cauto y difiere la próxima intervención de este tipo hasta el mes de febrero anticipando la previsible ralentización asistencial que provocará la covid, no duda en afirmar que «a dos años vista todas las hiperplasias benignas se harán con esta técnica».
Y es que sus ventajas son incuestionables. El jefe de Urología las enumera. «No precisa cirugía abierta, no sangra nada o prácticamente nada, el paciente sale de alta a los 1 o 2 días de hospitalización permitiendo una incorporación precoz a su vida normal y, lo más importante, los pacientes se curan, quedan bien y ni siquiera precisan de una reintervención dentro de unos años».
Sobre la patología en sí, el doctor Gutiérrez ilustra que se trata de la más frecuente entre los varones mayores de 50 años, edad a partir de la cual afecta a uno de cada dos hombres. «Y progresa con ella de manera que se afirma que afecta al 60% de los mayores de 60, al 70% de los que han superado los 70 y así sucesivamente», añade.
«No se trata de un cáncer sino de un crecimiento de un tejido dentro del conducto de la orina que te impide miccionar con normalidad», diferencia el experto antes de recordar cuáles son los síntomas que revelan que se padece esta enfermedad. «Si tienes dificultad o no puedes orinar sin una sonda, si te levantas varias veces por la noche para hacerlo o si tienes de forma habitual urgencia para ir al baño, probablemente la padezcas», explica.
«A dos años vista todas las operaciones así se harán con esta técnica y podríamos intervenir a 140 pacientes al año»
El servicio de Urología de Son Llàtzer se está formando para adquirir pericia en el manejo del láser, formación para la que cuentan con el asesoramiento del doctor Sánchez del Clínic de Barcelona, una de las personas del país más experimentada con esta técnica. Y el doctor Gutiérrez señala que tanto vendrá el especialista desde la Ciudad Condal como adjuntos de su servicio se desplazarán a Barcelona para ir adquiriendo poco a poco la destreza necesaria.
El plan es empezar interviniendo próstatas ni muy grandes ni muy pequeñas (estas últimas dificultan la intervención). «Comenzaremos con hiperplasias de entre 50 y 100 gramos con el fin de terminar haciéndolas todas», abunda.
El jefe de Urología calcula que, dado que se trata de una patología tan frecuente en el varón, podrían intervenir a unos 140 pacientes cada año. Y que habida cuenta del ahorro que esta técnica supondrá solo en días de hospitalización -entre uno y dos los operados con láser frente a los 5 o 6 de una intervención abierta-, la hace incuestionablemente coste-efectiva. Por no hablar de las ventajas que supone para el paciente. En tiempo y dolor.
